Con el título de La Bardem. Mis memorias , Pilar Bardem desgrana su vida en un libro en el que desvela uno de sus secretos mejor guardados, su historia de amor con Agustín González, y confiesa a Efe haber cargado siempre con la etiqueta de mujer valiente: "Y, a fuerza de hacer ese papel -dice-, te lo crees".

Pilar Bardem confiesa que no hay una razón especial por la que salgan ahora estas memorias a la luz. "Me lo propusieron cuando cumplí los sesenta, entonces dije no, pero es difícil decir porqué sí ahora", explica la actriz, que ha escrito un libro valiente, directo, divertido, trufado de anécdotas, con un estilo coloquial alejado de cualquier pompa y sin rencores.

"El rencor es un lastre. Hay que tirar para delante. Y en cuanto a directas, estas memorias lo son porque la vida me ha enseñado a ser directa, no sé ser de otra forma", apunta Bardem.

En el libro sorprende ver a una Pilar que acaba el colegio con sueños de misionera y votos hechos a la Madre Teresa de Calcuta. "Es lo más común para la época en que fui educada. Hay gente que hemos hecho la travesía del padre Llanos, el jesuita que cofundó CCOO", comenta la actriz, que pronto pasó de la caridad cristiana a asumir el compromiso y los valores de justicia social como forma de vida.

Hija de actores: Rafal Bardem y Matilde Sampedro; descendientes de uno de los más viejos linajes de cómicos españoles, hermana del cineasta Juan Antonio Bardem y madre de Javier Bardem, Pilar ha sido una mujer que se ha sentido víctima de la etiqueta de mujer fuerte.

LA AUTENTICA VOCACION Pilar Bardem fue una actriz de vocación tardía. "Mi verdadera vocación ha sido la de madre", comenta esta mujer que fue maniquí, cantante existencialista y, en sus momentos más duros, chica de alterne frustrada y asistenta por horas.

Parte del libro está centrada en el difícil matrimonio con el padre de sus tres hijos, José Carlos Encinas, al que llegó a disparar sin saber que la pistola no tenía balas y que, dada su falta de responsabilidad, hizo que tomara las riendas de su vida.

Su gran pasión secreta fue Agustín González, por el que casi llegó a vivir una auténtica pelea de gatas con su pareja, María Luisa Ponte. "Lo sabían cuatro, los íntimos. Es el amor más grande que he tenido. "Con él conocí lo que es la pasión y el amor con mayúsculas", comenta.