Albert Monteys, Manel Fontdevila, Mauro Entrialgo, Paco Alcázar, Bernardo Vergara, Javier Olivares o Pedro Vera son algunos de los dibujantes que participan en el primer número de ¡Caramba!, un fanzine editado por Manuel Bartual y cuya primera tirada se agotó en apenas un par de días. "Estamos desbordados, porque todos los envíos los estamos haciendo entre mi chica y yo; ahora mismo tengo la casa entera llena de paquetes. Hemos encargado una segunda edición de 666 ejemplares que ya ha salido de imprenta", explica Bartual (Valencia, 1979) en una entrevista con Efe. Tras su viaje al pasado Festival de Angoulême (Francia), el autor se animó a regresar al campo de la autoedición, que ya conocía sobradamente gracias a su experiencia en el colectivo 7 Monos. "Me apetecía hacer un nuevo proyecto sin la necesidad de estar vinculado a una editorial", asegura. "Yo digo que ¡Caramba! es un fanzine porque se ha hecho con las formas y el espíritu de un fanzine: ninguno de los autores ha cobrado y, si hay beneficios, serán para sufragar más números. Pero se trata de un producto de cien páginas, con un papel de calidad y una edición muy cuidada", detalla. La revista, que se puede adquirir en la página www.carambacaramba.com, propone un hilarante y estrambótico repaso a los mecanismos del humor. "No podía haber mejor prólogo que la historieta de Joan Cornellà, que ha contado la vida de Jaimito a través de varios de sus chistes", señala Bartual. Realizado en su totalidad en blanco y negro (a excepción de la magnifica portada firmada por Monteys), el fanzine incluye pasatiempos curiosos, entrevistas interactivas y relatos tan surrealistas como el de Carlos de Diego, que descubre el secreto de los chistes de Lepe a través del cineasta David Lynch. Otro grande del tebeo nacional, el gaditano Paco Alcázar, ha contribuido con una historieta de cuatro páginas sobre un dibujante que vive preso de sus creaciones. "Lo más interesante del fanzine es ver a un montón de autores, en su mayoría relacionados con el humor, que juegan con muchos tópicos históricos del medio", advierte. La revista, además, obsequia al lector con un peculiar álbum de cromos y ocho estampas adhesivas dibujadas por David Sánchez. "Las ilustraciones tienen al mismo personaje, un Australopithecus, en distintas fases: cuatro orgánicas y cuatro robóticas. El lector debe pegarlas en el orden que crea correcto y hacer su propia secuencia", plantea el autor.