Nunca un pezón había levantado tanta polémica. Después de tener toda la faena hecha y los carteles diseñados, la revista holandesa La vie en rose ha tenido que esmerarse en tapar ese pedúnculo del cuerpo de Kate Moss tras haber recibido críticas y, lo más importante, la negativa de la empresa encargada de colgar los carteles (Viacom) a hacer su trabajo, al considerar que la foto es ofensiva.

En la portada de la revista, en la que Moss aparece desnuda pero colocada de manera que ninguna parte de su cuerpo pueda molestar a los más pudorosos, a la modelo se le ha escapado un pezón. Y el revuelo causado por ese despiste ha provocado que La vie en rose , con todos los carteles imprimidos, casi pierda todo el dinero invertido. Para evitarlo, los trabajadores taparon uno por uno todos los pezones de los anuncios. A pesar de ello, algunas estaciones de tren lucen el cartel de la revista sin censurar.

SU MEJOR MOMENTO Con la aparición en la portada de esta revista, que ha incluido una entrevista y un reportaje, la omnipresencia de Kate Moss se hace cada vez más evidente. La modelo, también portada en el próximo número de Vogue , aparece en el interior de esta revista británica ofreciendo su imagen a ocho marcas diferentes. Además, en septiembre aparecerá en la portada de Vanity Fair , después de haber sido considerada como la mujer mejor vestida del 2006.

Los problemas con las drogas y los escándalos protagonizados con Pete Doherty no han impedido a Kate Moss convertirse en la modelo mejor pagada de todo el mundo. El pasado sábado, el periódico News of the World informó de que la top model había recibido 2,2 millones de euros por una sesión fotográfica para Calvin Klein . Con semejantes honorarios no es extraño que sus ingresos anuales asciendan a casi 30 millones de euros.

Pero la actualidad persigue a Moss en este momento de su vida. El sábado, Daily Mirror publicaba su reconciliación con Doherty. El amor le sonríe. Y el trabajo también. Con La vie en rose , es la primera vez que Kate Moss aparece desnuda en una revista holandesa. Después de tanto revuelo, quizá sea la última.