Las mujeres han tomado el poder en el Centro Pompidou de París. Por primera vez, un museo cuenta la historia del arte contemporáneo en versión femenina dedicando buena parte de su superficie a las obras realizadas por las artistas que han marcado el siglo XX hasta nuestros días. Elles@centrepompidou reúne 500 obras de 200 autoras que, durante un año, desplazarán a sus colegas masculinos de las paredes del centro.

Se trata de reordenar la exposición de los fondos del museo para exponerlas a ellas en detrimento de ellos. Una apuesta impactante. ¿Feminista? ¿Reductora? En cualquier caso, no exenta de debate. "Las mujeres son bastante numerosas y radicales para representar ellas solas el arte de hoy día", defiende la comisaria de la muestra, Camilla Morineau. "Buscamos renovar la presentación de nuestras colecciones y esta temática permite expresar el lugar principal que ocupan las mujeres creadoras en el arte actual. Es una especie de manifiesto. La ausencia de hombres durante un año es el precio que hay que pagar", argumenta el director, Alfred Pacquement.

El recorrido se distribuye en dos plantas. Empieza con las colecciones modernas (1920-1960), con las "pioneras" abstractas, primitivas, funcionales, surrealistas- Ocho salas para Frida Kahlo, Sonia Delaunay, Hanna Höch, Diane Arbus, Dora Maar (musa de Picasso) y las fotógrafas Diane Arbus y Lisette Model.

Pero los hombres no han desaparecido totalmente del paisaje. Aunque en segundo plano, los Picasso, Miró, Derain, Rothko y Staël siguen colgados de las paredes. Difícil prescindir de ellos para el centro que posee la primera colección europea de arte moderno y contemporáneo.

Las mujeres reinan en solitario en la segunda parte de la colección, dedicada al arte contemporáneo. Ni un hombre asoma la nariz en la cuarta planta, donde recibe al público una instalación en forma de gag firmada por Agnès Thurnauer que feminiza los grandes nombres de la historia del arte (Annie Warhol, Marcelle Duchamp, La Corbusier-).

Siguiendo la cronología, se clasifican en temáticas y estilos. La visión feminista está representada por Niké de Saint Phalle, Karen Knorr y Elke Krestufek. Precoces e inventivas, las que usan el cuerpo como eslogan (Tsuko Tanaka, Ana Mendieta y experimentan con el vídeo o las performances. Las excéntricas y abstractas están presentes con Louise Bourgeois, Agnes Martin y Vera Molhar. Bajo el libro en el que Virginia Wolf se interroga sobre las condiciones de producción de la obra de arte, aparecen las más inclasificables: Dorotea Tanning, Sophie Calle-