Si hace 50 años que el hombre llegó a la Luna hay que recordar que hace casi 25 el pop pisó por primera vez Alburquerque. Y de nuevo el festival vuelve a colgar este año la bandera en tierra prometida no sin dificultades y tras una carrera a contrarreloj que hizo presuponer en último momento que no iba a llegar al destino a tiempo. Bandera simbólica la de la vigésimocuarta edición. Quizá por eso Contempopránea ha dispuesto un cartel en el que no ha querido olvidarse de las bandas sonoras de estas dos décadas pero que mira ya sin recelo a las nuevos nombres de la escena musical.

El festival se desmarca así del ‘boom’ de la grandilocuencia y se suma a la ola de caras nuevas que prometen larga vida al pop. Melenas, Cariño, Axolotes, Confeti de Odio y Carolina Durante, todos savia nueva para una cita que no se olvida de sus Planetas pero ahora también explora otros. Precisamente, fue Eric Jiménez, batería entre baterías, el encargado de dar el pregón. El jueves arrancó como siempre frente a su santuario, La Ermita. Poco afortunada la selección del equipo de sonido que dejó buena huella de acústica saturada a principio de la noche. Entre tanto acople, salvaron los muebles como bien pudieron los DelRey, la apuesta extremeña. Más suerte les deparó a los jovencísimos Axolotes mejicanos. El descaro de Olaya, que llegó tarde a su concierto, copa en mano, las letras divertidas y los ritmos bailables hicieron olvidar las interferencias de la acústica. Satelitrex cerró la hornada del jueves con La Casa Azul y confeti. Nunca falla.

Ayer Kokoshca y Melenas, ambas comandadas por voces de mujeres, inauguraron la ladera, que este año luce aspecto mejorado. El homenaje a Alex Cooper por su trayectoria --su peinado-- y su implicación y los directos de Zahara, Carolina Durante, Viva Suecia, Las ligas menores y Cariño tenían previsto dar gas hasta la primera parada del viaje. Un viaje a años luz.