Poco antes de su actuación ayer en el Festival Badasom, el cantaor Diego El Cigala mostró su satisfacción por acudir a Badajoz, a la que definió como una ciudad con "mucho arte" y a la que está muy vinculado. "Tengo grandes amigos y cuando vengo me gusta escuchar a Musiquina, a Guadiana o La Kaíta".

El cantaor madrileño se siente muy atraído por los tangos extremeños, que incluirá en su próximo disco de flamenco que está grabando junto a Tomate, porque "desde que murió Porrina, un genio por excelencia, han quedado un poco olvidados, ya que no hay nadie que pudiera cantarlos como él".

El Cigala, que ha recibido esta semana el galardón La Barraca de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y tiene en su haber tres premios Grammy, resaltó el buen momento que atraviesa el flamenco.

Según aseguró, "ha dejado de ser para los cabales y es ahora universal. Es muy emocionante llegar a cualquier país del mundo, donde nunca han escuchado flamenco y ver cómo se les eriza el vello con la música".

El artista afirmó que muchos jóvenes se han interesado por el flamenco a raíz de escuchar su disco Lágrimas negras , que grabó junto al cubano Bebo Valdés.

Precisamente la fusión de distintos estilos musicales ha sido siempre su gran apuesta, aunque él prefiere denominarlas "músicas del alma", y por ello, se sintió tan atraído por actuar en Badasom, un festival que conjuga el fado con el flamenco.

Además, el cantaor reconoció la vinculación del fado con el flamenco y a su vez con Extremadura. "En las bodas los gitanos cantan tangos portugueses, que son muy parecidos al fado".

Sin embargo, a pesar de sus conexiones, afirmó que aún no ha encontrado el fado que le haga llorar, pero cuando lo encuentre, lo grabará, aunque "no se puede forzar el encuentro, pero lo que sí hay que lograr es que la inspiración le pille a uno trabajando". El cantaor dijo que a sus 40 años aún le queda mucho por hacer. De momento, el 25 de septiembre comenzará en Barcelona la grabación de un disco junto a Montserrat Caballé.

EXITO Entre el público se encontraba la consejera de Cultura, Leonor Flores. Para ella, siendo ésta la primera edición del festival y con "el éxito que estamos teniendo" no es cuestión de plantear su continuidad, ya prefijada, sino de consolidarlo los próximos años y celebrar varios días de conciertos en Badajoz con música lusa y flamenca "con esa combinación, que no es fusión, sino la suma de una música y otra. Se trata de que la Raya se borre y seamos conscientes de que España y Portugal podemos formar una, en lo cultural, en lo turístico y en otras áreas".