Tras su inapelable derrota de la semana pasada en el Congreso, donde todos los partidos menos el PSOE votaron en contra de la llamada ley Sinde , el Gobierno comienza a dar síntomas de querer enmendarse. Tanto en el fondo como en la forma. El modelo original, incluido en una disposición adicional de la ley de economía sostenible (LES), otorgaba a una comisión administrativa, dependiente del Ministerio de Cultura que dirige Angeles González-Sinde, buena parte de las facultades para cerrar o bloquear el acceso a las webs que permiten el intercambio no autorizado de archivos. Lo que el Ejecutivo sostiene ahora es que este enfoque adolecía de cierta falta de "equilibrio". Es decir, que los derechos de los internautas no estaban suficientemente garantizados.

La segunda rectificación tiene que ver con el procedimiento: en lugar de la agónica negociación que desembocó en fracaso el martes en la Cámara baja, se apuesta por abonar más y mejor el terreno con el resto de grupos. Lo harán en el Senado, donde pretenden volver a incluir la norma de la discordia a través de una enmienda, y lo harán buscando el acuerdo con un PP abierto al entendimiento.

La ley, tan reclamada desde sectores culturales, no se aprobó en el Congreso "por circunstancias del momento", dijo ayer a Efe el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, que también se mostró convencido de que el pacto con el resto de grupos se habría logrado de haberse retrasado unos días la votación. Sin embargo, según fuentes del PP, el partido de Mariano Rajoy pidió hace unas semanas exactamente esto, una demora, y los socialistas contestaron que de ninguna manera. Y después, cuando solo faltaban unas horas para decidir el futuro de la norma, tras comprobar que ni el PNV ni CiU estaban dispuestos a apoyarles, el Gobierno, a través de Jáuregui, buscó la complicidad del PP, que pidió garantías judiciales y la supresión progresiva del denostado canon digital. Nuevo fracaso negociador.

Jáuregui consideró que el asunto a lograr es este: "Combatir la piratería respetando el derecho de los internautas a poder darle al botón y bajarse una determinada información siempre y cuando esta no vulnere la propiedad intelectual". Y aquí el ministro ejerció la autocrítica: "Ese equilibrio no lo habíamos logrado, lo reconozco, y también reconozco que tuvimos poco tiempo para hablar con el PP".

El ministro pronunció estas palabras después de otras de Rajoy, y algo debieron de tener que ver las declaraciones del presidente de los conservadores en el optimismo del ministro. Desde Ciudad Real, Rajoy dijo que se podían "conciliar" los derechos de autor y los de los internautas, y que si quiere que la negociación tenga éxito el PSOE debe designar a "un interlocutor, y se siente y discuta".

Todo empieza a destilar el aroma de un pacto en el Senado entre ambos partidos. La LES llega a esa cámara el 15 de enero.