La periodista Mónica González Álvarez ha publicado un ensayo que ha concebido como una guía para transitar, sin perderse, por el mundo de claves y oscuros símbolos del que se sirve el escritor norteamericano Dan Brown en su último libro "Inferno".

La complejidad de la figura de Dante y de su "Divina Comedia", en cuyo infierno se inspiró Brown, y la concepción de su libro no sólo como una obra teológica y filosófica sino como un laberinto para iniciados que le sirvió al escritor para criticar a la iglesia o a algunos personajes contemporáneos suyos es el motivo que ha llevado a la periodista a escribir su estudio.

En una entrevista con Efe, Mónica González, que ha titulado su libro "Las claves del Inferno de Dan Brown" (Libros Cúpula), explica que la finalidad de su libro es "arrojar luz" sobre algunas de las incógnitas que Dan Brown no desvela a lo largo de su novela a fin de que el lector sea quien busque su propia información.

La periodista, desplazada a Zaragoza para presentar su obra, asegura que Brown se basa en la obra de Dante para plantear su propio Inferno, estableciendo paralelismos entre su principal protagonista, Harry Langdon, y el poeta medieval italiano.

El estudio también informa sobre el movimiento Transhumanista, en el que se apoya el escritor norteamericano para diseñar su trama y un grupo "real" de poder, según Mónica González, cuyas acciones se dirigen a favorecer estudios de ingeniería genética orientados a conseguir seres humanos "más inteligentes, que no enfermen nunca e inmortales".

La periodista, que establece comparaciones con las investigaciones nazis sobre la pureza de la raza aria, cree que las claves del éxito de Brown no son sólo un lenguaje "muy llano y cercano" sino la utilización de temas que generan "mucho conflicto social y moral".

González insiste en que aunque el libro es una guía tendente a desvelar algunos de los temas y símbolos que Brown se limita a bosquejar y ayuda, en definitiva, a comprender la trama, "se puede leer independiente".

La escritora y periodista se muestra satisfecha al revelar que su estudio cuenta con la aprobación del propio Dan Brown, que supo de la existencia del ensayo a través de su agente en España.