El escritor hondureño Roberto Quesada afronta su mayor reto literario en La novela del milenio pasado , una obra recién editada en España y en la que el autor reflexiona con humor sobre el oficio de novelista y trata de unir dos mundos tan distintos como Nueva York y un pequeño pueblo de Honduras.

Residente en Nueva York desde hace quince años y primer secretario de su país ante las Naciones Unidas, Quesada convierte una vez más la gran ciudad americana en uno de los protagonistas de su nueva novela, aunque en esta ocasión se aleja de los problemas de los inmigrantes latinos en EEUU, que tanto éxito le dieron en obras como Big Banana o Nunca entres por Miami .

"Los críticos me abanderaron como el escritor de la inmigración, y como no me gusta que me encasillen --afirma Roberto Quesada en una entrevista a la agencia Efe-- me propuse el reto de hacer una novela que tuviera que ver con Nueva York", pero no centrada en las vivencias de los inmigrantes.

El segundo reto, añade este novelista de 42 años, fue escribir una novela "sin necesidad de tener una gran historia entre manos".