Aunque lejos de hacer acto de contrición, Rafael Amargo (foto) sí confesó ayer que estuvo a punto de "tirar la toalla" como director de la gala del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, que se celebrará el 14 de febrero. Las palabras del coreógrafo granadino sobre que no quería "más gordas de la cuenta" en el festival y que en el espectáculo solo estaría representado "lo mejor de cada casa" irritaron, el pasado lunes, a muchos integrantes de las comparsas que cada año desfilan en la capital chicharrera, que amenazaron con no asistir a la elección de la Reina. Tras las críticas, ayer el bailarín indicó que hay que ser "valiente" y seguir para hacer una gala que tiene "en la cabeza" y que este año "no será un tostón". Amargo explicó que las críticas le han hecho "muchísimo daño", pero que más sufrirán los detractores al ver el resultado: una gala cuyo motivo central será el mundo de la moda y durará "menos de tres horas".