Ramoncín se considera a sí mismo una persona "honrada, honesta e inocente". Eso sí, "mientras no se demuestre lo contrario". Así lo aseguró ayer el cantante a la prensa después de declarar ante el juez durante tres horas y media por el supuesto delito de apropiación indebida y falsedad documental en el caso SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), entidad de gestión en la que la policía detectó en el 2011 un masivo desvío de fondos en la cúpula directiva que costó el puesto al entonces máximo dirigente, Teddy Bautista.

Ramoncín aseguró que le había dado al juez de la Audiencia Nacional que investiga el caso documentación que demuestra su inocencia. "No tengo nada que esconder. No tengo nada de lo que preocuparme", zanjó el cantante madrileño, que ejerció de consejero de la SGAE desde 2000 hasta el 2007 y que está imputado por haber facturado a la entidad 170.552 euros de forma irregular. "En mi vida no he hecho más que trabajar. Esta imputación me ha ocasionado un daño muy grave. Quiero que en este país acabe de una vez por todas esta persecución contra todo lo que tiene que ver con la SGAE y los derechos de autor", destacó el imputado, que agradeció la labor de los periodistas "objetivos". Sobre el resto de informadores --los que, en su opinión, no han sido objetivos-- aseguró que tienen su desprecio. "No os preocupéis, que en muy poco tiempo sabréis lo que ha ocurrido", dijo.

"NECESITO RELAJARME" "Supongo que sois conscientes de que durante 21 días la imputación se hizo oficial el 21 de diciembre he estado oyendo cosas de mí sin parar. Qué Navidades me han dado. Necesito parar y relajarme", concluyó.

Su abogada, Teresa Bueyes, aseguró que en breve entregará al juez una solicitud para que se archive la imputación de su cliente. Citarle ante el magistrado es, comentó, es "un equívoco" de la policía judicial. También restó importancia al hecho de que Ramoncín estuviera tres horas y media declarando ante el juez. Bueyes aclaró que hay términos muy complicados, como la propiedad intelectual, que "apenas son entendidos por jueces y fiscales". "Mi cliente, como experto tras haber estado 35 años en la SGAE, ha aclarado todos estos términos", subrayó.

Fuentes jurídicas explicaron que Ramoncín aseguró que las facturas emitidas por valor de 170.552 euros a la SGAE desde 2004 fueron por "trabajos prestados". Uno de ellos correspondió al programa de televisión El creador , que nunca se emitió. Consistía en un reality show en el que las cámaras grababan todo el proceso creativo de un artista. Ramoncín declaró ante el magistrado que él vendió la idea del programa a la SGAE aunque luego se desvinculó de lo que esta hizo con el proyecto.

Otra factura --de 5.000 euros-- corresponde a una herramienta informática llamada Caja fuerte y virtual que vendió a la SGAE y que, en su opinión, sirve para combatir la piratería. "Si hubiera vivido en EEUU, se la podía haber vendido a Steve Jobs".