La expectación ha dado paso al júbilo en Japón, donde, a pocos días de que nazca el último nieto del emperador Akihito, se ha hecho público que será un varón, algo insólito en el trono del crisantemo desde hace cuatro décadas. Aunque el palacio imperial ha rechazado revelar el sexo del bebé, según el diario Shukan Bunshun, el segundo hijo del emperador, el príncipe Akishino (en la foto), ha confiado a uno de sus amigos que su mujer, la princesa Kiko, espera un niño, cuyo nacimiento, por cesárea, será el próximo día 6. Según la actual ley, si el bebé es un niño, sería el tercero en la línea de sucesión, tras su padre y su tío, el príncipe heredero Naruhito.