En 1892, un joven Antonio Machado con apenas 17 años se dirigía a su padre recién instalado en Puerto Rico como registrador de la propiedad para asegurarle que tanto su hermano Manuel como él mismo habían redoblado los esfuerzos para «aprobar en septiembre». Es el primer documento escrito que se conoce de la vida del escritor, y una de las piezas más llamativas de la exposición Los Machado vuelven a Sevilla con la que la Fundación Unicaja desembarca en la capital hispalense coincidiendo con el 80 aniversario de la muerte del autor de Campos de Castilla.

La muestra se nutre de la mayor colección de manuscritos y documentos sobre la familia, unas 5.270 piezas entre textos y fotografías del clan Machado que la entidad bancaria fue adquiriendo en los últimos 15 años, parte de los cuales muestra ahora. La Fundación Unicaja se convierte así en el gran centro de referencia de la obra machadiana.

La historia de la colección se remonta a 2003, cuando la fundación cultural del banco adquiere en subasta pública un primer lote de piezas compuesto por 770 ejemplares documentales. A esta época corresponden tres cuadernos con escritos literarios, incluidos varios borradores inéditos de Proverbios y cantares, además de poemas dedicados a Guiomar, Calderón y Tagore. También aparecen piezas sueltas en prosa, con fragmentos de Juan de Mairena o una nota, desconocida, sobre el asesinato de García Lorca. Aparecen además correspondencia remitida a Ortega y Gasset o Martínez Sierra, cuadernos profesionales con apuntes de Aritmética, Literatura, Lengua Francesa, Historia y un borrador de la obra La Lola se va a los puertos.

No obstante, el grueso de los fondos se adquirió en una segunda fase, ya en 2018, a partir del archivo que conservaba la familia. Unos documentos que permiten sumergirse en la vida cotidiana de los Machado mediante cartas y fotos familiares, así como documentos profesionales. Pero también se desvela el guion teatral que Manuel Machado preparaba sobre el famoso bandolero Luis Candelas, así como algunos libretos inéditos de ambos hermanos con distinto grado de elaboración, titulados La Diosa Razón, Las tardes de la Moncloa, Las brujas de D. Francisco o Adriana Lecouvreur. Asimismo, los fondos recuperados arrojan luz sobre la figura, menos conocida, de Manuel, con decenas de hojas sueltas y cuadernos con anotaciones sobre estampas folclóricas de Sevilla, la pintura de Goya o las obras de Oscar Wilde.

La muestra, que se abrirá al público mañana sábado y permanecerá abierta hasta el 24 de mayo, tiene una enorme carga «simbólica y sentimental», según han destacado los tres sobrinos nietos de Machado presentes en la inauguración, Manuel Álvarez Machado y Carlos y Mercedes de Lecea Machado.

Así, por ejemplo, además del bastón que acompañó a Antonio en su marcha al exilio, recuperado después por Manuel, destaca una misiva que permite descubrir que fue Guiomar quien se acercó al escritor, o la correspondencia que muestra el respeto que se profesaban ambos hermanos pese a que acabaron en bandos diferentes durante la guerra civil.