Una de las especialidades de la realizadora y guionista Nancy Meyers es la de relatar historias de amor en una edad más que madura, con personajes en crisis de identidad sentimental que bordean los 60 años o más --Jack Nicholson y Diane Keaton en Cuando menos te lo esperas , Meryl Streep, Alec Badlwin y Steve Martin en No es tan fácil -- y deben asumir nuevas experiencias cuando creían que la llama del deseo ya había pasado de largo. Meyers relata estas historias con estilo de comedia sofisticada, basada más en el guión y los actores que en puesta en escena: Meyers filma diálogos, rostros y gags, y con eso ya le es suficiente para construir filmes que intentan hacer pervivir, aunque con mayor tosquedad, el estilo clásico de las comedias románticas y de situaciones.

No es tan fácil no se aparta nada de esta idea, haciendo de nuevo de la guerra de sexos --presente también en una de las películas más populares de la realizadora, ¿En qué piensan las mujeres? -- el tema vector de la historia. Pero aquí la segunda oportunidad les llega a un matrimonio divorciado desde hace diez años, el que forman Meryl Streep y el cada vez más divertido Alec Baldwin. La película bascula entre la comedia sofisticada y un tono más severo y edificante.