El Rey don Juan Carlos entregó ayer en Cáceres la más alta distinción del país a la trayectoria profesional en el campo del diseño, los Premios Nacionales de Diseño, que este año han recaído en el diseñador madrileño Oscar Mariné y la empresa catalana Grupo Kettal. En el acto celebrado en el complejo cultural San Francisco, el monarca estuvo acompañado por la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, el secretario general de Innovación, Juan Tomás Hernani, y la alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras.

El Rey manifestó su satisfacción por pisar de nuevo tierras extremeñas y subrayó el impulso que el diseño supone para dar competitividad a "nuestros productos y empresas", dijo. "En tiempos de crisis, de globalización y de cambio del modelo productivo, el diseñador incorpora a nuestros bienes y servicio la I+D+i que nos permite avanzar hacia el modelo de economía del conocimiento, clave para el crecimiento y bienestar de España", expresó. Pero don Juan Carlos también tuvo palabras para los cacereños: "Su apuesta por el avance tecnológico ha merecido a esta capital la distinción de Ciudad de la Ciencia y la Innovación", título por el cual ayer se convirtió en el escenario de estos destacados galardones.

La ministra Garmendia también reconoció el impulso de los cacereños y sus instituciones para "integrar el desarrollo científico y tecnológico en su cultura y su economía sin perder su esencia". Pero además alabó el esfuerzo general de la sociedad extremeña para progresar a base de una economía más innovadora y sostenible, a través de su participación en distintos planes estratégicos de innovación, internacionalización y emprendimiento. "El Gobierno reconoce estos esfuerzos y está apoyando con todos sus instrumentos el cambio de modelo productivo a través de la universidad y las empresas de esta región".

Garmendia apuntó que el diseño es clave para el cambio de la economía actual, donde el verdadero "motor del progreso son las personas creativas y emprendedoras", y señaló a los dos premiados como ejemplos para fomentar un sector basado en el conocimiento con el que es posible aumentar el valor añadido de la producción. "La sociedad española no ha apoyado suficientemente a sus emprendedores y ahora los necesita más que nunca", reconoció.

Por su parte, el presidente de la Junta, que reseñó que el Rey acudió ayer la región por tercera vez en los últimos ocho meses, aprovechó su visita para insistir en la prosperidad compartida del país gracias al estado de las autonomías, que "entre otras tantas cosas", ha permitido que Cáceres obtenga la distinción de Ciudad de la Ciencia y la Innovación; "que nadie lo ponga en duda aunque en estos tiempos algunas voces se levanten contra lo que representa el hecho autonómico". "Nos sentimos parte importante de España bajo su mandato", dijo al monarca.

La opinión del sector del diseño también sonó en boca de los premiados. Mariné, galardonado en la categoría profesional por su versatilidad en las diversas aplicaciones del diseño gráfico y reconocimiento en el mercado nacional e internacional, además de su personal sello creativo, destacó que el diseño es "una disciplina clave para conseguir tener como país una identidad más fuerte, solvente y definida, que permite que los productos españoles tengan más valor dentro y fuera de las fronteras". En el mismo sentido habló el vicepresidente del Grupo Kettal, Alex Alorda, que recogió el galardón por el ejemplar uso del diseño en su estrategia empresarial y por el compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad, definió el sector como uno de los pilares de la estrategia del país, al tiempo que reclamó ayudas y la presencia de más empresas para conseguir la marca de España en el diseño.