El último destino de los restos de Ricardo III, después de permanecer 527 años extraviados, será la catedral de Leicester. Allí está previsto que sea enterrado el próximo año. Existe además el proyecto de crear un centro para que los visitantes conozcan la historia del último rey de la Casa de York. El monarca maldito puede convertirse en una atracción turística para una ciudad sin grandes encantos. Ayer unos 140 periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión abarrotaban la sala de la Universidad, donde se hizo el anuncio.