El estallido de 120 kilos de material pirotécnico provoca un ruido ensordecedor y más humo que unos altos hornos. El suelo tiembla como si estuviera a punto de abrirse. Por segunda vez, los Reyes vivieron en directo esa sensación eruptiva en la masclet que ayer brindó la ciudad de Valencia, aperitivo con pólvora de las Fallas que ya están a punto de empezar. La primera vez que asistieron fue hace ya una década.

Al disiparse el humo, las autoridades asistentes (el presidente Francisco Camps, el ministro Jordi Sevilla y la alcaldesa Rita Barberá) seguían en el balcón del Ayuntamiento, todavía entero a pesar del zambombazo, en compañía de Juan Carlos y Sofía.

AMBIENTE FALLERO La Reina fue la que mejor se integró en el ambiente fallero que se apoderó de la plaza: saltó a petición de los miles de valencianos que llenaban la plaza y bailó al ritmo de la música junto con Barber . Fue tanto su entusiasmo que incluso consiguió contagiar al Rey, que también acabó por dar varios botes en el balcón.

La masclet estuvo dedicada en esta ocasión a Sofía, gran amante de la música clásica, puesto que el estallido inicial de la pólvora emuló la Pequeña serenata nocturna de Mozart. Y después adoptó un tono más festivo y solar: una batucada brasileña.