Ricardo Darín (Buenos Aires, 1957) vive en su ciudad natal, pero tiene un pie en España, donde dice que nació por segunda vez. Hijo de actores que no alcanzaron la fama, el protagonista de 'El secreto de sus ojos' se define a sí mismo como el tipo con más suerte que conoce. Algo más debe de tener para haberse convertido en uno de los actores mejores dotados de su generación. Hoy estrena en España el thriller 'Tesis sobre un homicidio', donde da vida a un venerado abogado que sienta cátedra cada vez que habla y que, de repente, se ve eclipsado por un joven alumno.

Preguntado por que visión tiene de la España actual responde sin tapujos: "Veo con tristeza síntomas como desazón y bajada de energía, que es algo muy humano por otra parte. Y eso es lo que más me preocupa. La crisis es una realidad. Hay crisis, es verdad. Pero hay algo que me preocupa tanto como eso. Y es la petrificación, el miedo. El hecho de que alguien se pregunte para qué voy a hacer algo si nada vale la pena. Para qué voy a salir de casa, para qué luchar, por qué me voy a esforzar, para qué trabajar, para qué estudiar... ¿Para qué hacer nada si nada vale la pena? Eso me preocupa tanto como la crisis. Porque los países no son empresas. No cierran. No bajan la cortina. No nos vamos a ir. Sé que suena a discurso hiperoptimista, pero no soy optimista, trato de ser positivo".