Me siento muy honrado, pero también algo desconcertado. Al fin y al cabo, aún no he decidido qué quiero ser de mayor". El sentido del humor es el mejor modo de reaccionar ante un premio honorífico cuando a tu carrera profesional todavía se le suponen unos cuantos años más de vida, y Richard Gere, que anoche recibió de manos de Aitana Sánchez-Gijón el primero de los dos Premios Donostia que el festival otorga este año --la actriz Liv Ullmann recibirá el segundo-- , demostró tenerlo: "Sé que es un cliché decirlo, pero cuando te dan un premio así es como si te estuvieran diciendo que tu carrera ha acabado, y no es el caso. ¡Si solo llevo 39 años!"

Bromas aparte, casi todo eran palabras de gratitud: "Las lista de personalidades que han ganado este premio es espectacular. Muchos de ellos eran mis héroes cuando yo, de niño, me hinchaba de palomitas en el cine. Que se me sitúe al mismo nivel que ellos me llena de emoción, y me anima a seguir adelante con mi trabajo". Y es cierto, sigue adelante. En San Sebastián ha presentado fuera de competición La gran estafa , que llegará este viernes en nuestro país.

Conceder un galardón así a un intérprete así permitió al festival regalarse ayer una ración extra de esa abstracción conocida como glamur, pero es cuando menos cuestionable que su carrera merezca un reconocimiento así. El propio actor, quizá consciente de ello, se quitó hierro a sí mismo. "Yo no soy una estrella, sino un trabajador. La mayor parte del tiempo mi vida es exactamente igual a la tuya: el otro día, un árbol se derrumbó en mi jardín y causó un estropicio, mi hijo mayor saca una notas pésimas, anoche mi mujer y yo discutimos... Soy un privilegiado por tener que preocuparme solo de este tipo de cosas. Nunca he pensado que mereciera tenerlo tan fácil, y quizá eso me ha dotado de un mayor sentido de la responsabilidad y el compromiso social".

LA TRAMA DE AUSTER El escritor Paul Auster presentó ayer, fuera de concurso, su segundo largo como director, La vida íntima de Martin Frost , donde narra la relación entre un autor y su musa, a través de una trama laberíntica. Mientras, Alemania concursó con Reclaim your brain , sátira sobre el poder de la TV.

Auster, explica La vida íntima de Martin Frost como "una historia acerca de un hombre que escribe una historia sobre un hombre que escribe una historia... y la historia dentro de la historia".

Una trama laberíntica --que no terminó de agradar a la crítica-- donde un escritor, encerrado en una casa alejada del mundo, se despierta un día al lado de una misteriosa mujer de quien no sabe nada y a la que acaba amando terriblemente, sin darse cuenta de que ella es la musa de su relato, que irá desfalleciendo. Todas las constantes de la literatura de Auster se plasman en este su segundo largometraje como director en solitario.