No pudo ser. El empresario Xavier Rigau y la casi octogenaria actriz Gina Lollobrigida no se casarán el próximo 27 de enero, como la pareja ahbía anunciado. Además, no se trata de una suspensión temporal, sino de una ruptura definitiva. El joven empresario, de 45 años, ha dado por finiquitada la relación a través de un comunicado que hizo público ayer su despacho de abogados.

La decisión ha partido de Rigau, que en la nota se lamenta de la "presión mediática" desde que se anunció a bombo y platillo en la revista ¡Hola! su boda con la actriz italiana, 34 años mayor que él.

Lollobrigida se ha enterado de que su novio la abandona en Filadelfia (EEUU), donde se encuentra de viaje. Antes de hacer público el comunicado, Rigau la telefoneó para darle a conocer su firme decisión. Fuentes cercanas a la diva italiana aseguran que "está muy triste y destrozada" por lo ocurrido.

ATAQUES DE LA PRENSA Al parecer, Gina ha intentado convencerle de que no se deje influir por las noticias que aparecen sobre ellos en los medios. Incluso aprovechó la rueda de prensa de la Feria del Caballo de Sevilla para anunciar que si era necesario acudiría al Tribunal de Estrasburgo para defender a su chico de los ataques de la prensa.

La polémica se desató cuando la pareja comunicó su intención de casarse. La diferencia de edad entre ambos hizo correr todo tipo de comentarios. Algunos medios insinuaron que el joven empresario había aumentado su patrimonio a costa de las herencias que le habían dejado sus amistades con señoras mayores. El propio Rigau llegó a ofrecer por televisión un millón de euros a quien le presentara un solo testamento del que él hubiera resultado beneficiario.

Todas estas informaciones, unidas a unos supuestos comentarios desagradables sobre la actriz italiana, atribuidos a la madre de Xavier Rigau, Mari Angeles R fols, han sido la gota que ha colmado el vaso de la historia de amor entre la pareja.

El joven empresario, que dirige un centro geriátrico ubicado en la zona alta de Barcelona, ha decidido abandonar la capital catalana hasta que pase el huracán que se ha desatado tras su drástica decisión.