Todo en el parte médico apunta a que Rocío Jurado recibirá el alta clínica (no médica) en las próximas horas y que, inmediatamente, tomará el avión-ambulancia que, a razón de 100.000 euros, la llevará hasta Madrid. La cantante se sometió ayer a un último chequeo en la clínica Anderson de Houston. Y, ya por la tarde, la familia de la artista y su oncólogo, Thomas Brown, que volvía de su luna de miel, mantuvieron una reunión para atar todos los preparativos de esta operación retorno.

Desde hace días, Jurado, que lucha contra un cáncer de páncreas desde hace un año y medio, camina por los pasillos, toma alimentos sólidos y el pasado fin de semana dejó de tener fiebre. Así que, aunque su estado es muy débil y ha perdido mucho peso, sus constantes vitales cumplen ya unos mínimos para dejar el centro médico en el que ha permanecido más de dos meses y sobrellevar un viaje maratoniano de 10.000 kilómetros a 9.000 metros de altura.

A partir de ahí, la batería de incógnitas. Una de ellas es qué camino tomará Jurado una vez pise España. Primero se habló de que ingresaría en la Clínica Montepríncipe de Madrid, donde en agosto del 2004 se sometió a una operación de nueve horas. Sin embargo, en las últimas horas está tomando peso otra posibilidad. Según los reporteros que hacen imaginarias en Houston, la artista podría irse a su casa de la Moraleja o a la finca de José Ortega Cano en Sevilla, opción que, a tenor del retén de informadores, tiene más números.

Otro de los enigmas es si finalmente habrá testigo gráfico de la vuelta. La familia de la cantante es reacia a que los titulares del regreso vayan acompañados de una imagen de la artista en una camilla. Y la infrastructura del centro --una ciudad hospitalaria con múltiples accesos-- favorece los intereses de los Ortega-Mohedano. Sin embargo, los reporteros desplazados a Houston están custodiando la clínica las 24 horas del día, por lo que es posible que haya foto.

Por lo visto, el avión-UCI en el que volará Jurado junto a un médico y dos enfermeras todavía no ha aterrizado en Houston. "Las horas aquí pasan muy lentas", aseguraba el domingo Ortega Cano, quien ha permanecido durante todo este tiempo en la cabecera de la cama de Rocío. La cara del torero refleja la pesadilla vivida en Houston.

El matrimonio llegó a la ciudad tejana el 15 de enero para, según contaron ellos, someterse a un chequeo. 65 días más tarde, la cantante se dispone a recibir el alta clínica. Entre una y otra fecha, Jurado ha superado una operación de una obstrucción en los conductos biliares y una infección de origen bacteriano.