TCtuando llegan las vísperas de Navidad o, incluso, algún mes antes, un día sí y otro también asistimos a la presentación de libros por personas más o menos famosillas, con su fotografía en la portada. Lo que me indigna es que gentes de cualquier profesión se suben al carro de publicar un libro, desde cantantes, futbolistas, toreros, presentadores, colaboradoras, políticos, cocineros, hijos de, maridos de, chóferes, asistentas o confidentes de famosos.

No importa que no sepan hacer la o con un canuto, que no hayan terminado la ESO, lo único que prima es la fama del que lanza su libro, con la consiguiente promoción -- supongo que gratis-- de la cadena televisiva con la que colabora.

También es cierto que toreros, deportistas o presentadores intentan grabar un disco, hincharse de vender y pensar que ya son cantantes. Claro que, si exceptuamos la grabación en unos estudios, les será imposible actuar en directo porque el fraude sería evidente. Eso no ocurre en el caso de los libros pues el famoso de turno solo deberá estampar su firma en las primeras páginas, en unos grandes almacenes.

Hay un sector del público que no tiene interés en leer literatura sino que compra, azuzado por la publicidad, lo último que sale sobre algún famoso o famosa. Lo triste es que el tal famoso, a veces, solo ha puesto su nombre y ha colaborado en contar entresijos de su agitada vida, para deleite de gran número de televidentes. Como ejemplo indignante, el de una famosa que en tres días ha vendido miles de ejemplares, va por los cien mil, siete ediciones, en poco más de un mes. En cambio, un escritor de verdad ocupa años de su vida en concebir y parir una novela que, aunque sea una obra de arte, le costará Dios y ayuda darla a conocer y conseguir no ya miles, cientos de lectores.

Con estos planteamientos, ¿a dónde vamos a ir a parar? ¿Qué cultura y valores estamos transmitiendo a nuestros hijos?

Ahora, a las puertas de un nuevo año, deberíamos reflexionar sobre el papel de la publicidad en la literatura y pensar que no es oro todo lo que reluce.