"Hacen faltan sitios como estos". La reflexión de Christina Rosenvinge, una de las caras bonitas del pop de los 80 y referente de la escena independiente actual, tras el concierto del viernes en el café-bar-sala El Reflejo de Albalá demuestra que da igual donde se haga música si hay calidad y un público dispuesto a escuchar.

Acababa de ocurrir en un lugar atípico, ante poco más de un centenar de espectadores, "una rareza" decían algunos, gracias a la ilusión de la familia Burgos, que consiguió invitarla para celebrar los 50 años del local que abrieron los abuelos.

Velas en las mesas, claveles blancos en el escenario y, en la entrada, la barra de cualquier bar de pueblo con precios que ya les gustaría a los de ciudad. En el salón, detrás de unas cristaleras, la voz de Rosenvinge haciendo bueno que, si no se vive del pasado, solo puedes ganar el futuro. Y ella lo hizo durante más de una hora en la que repasó temas de antes y de ahora, de La Joven Dolores , su último disco y nombre que le inspiró un barco en Formentera. Arropada por el violonchelo, coros y piano de la estupenda Aurora Aroca, la ex de Cristina y Los Subterráneos tuvo tiempo para demostrar que la jovencita que se hizo famosa por "hago chas y aparezco a tu lado" ha crecido hasta convertirse en una cantautora de la escena pop independiente con un estilo tan personal que cuesta pensar que algún día fuese rockera.

Con la guitarra y los teclados, y esa inconfundible cabellera rubia que mantiene viva la juventud de entonces camino de cumplir los 50, Rosenvinge hizo bueno el comentario entre canción y canción, contó historias de otro tiempo, de dioses y ninfas, de sexo y sensibilidad, y claro, dejó escapar que los demonios del tiempo también van dejando huella en sus composiciones.

Poco a poco fue callando la luna de Albalá y acabó estremeciendo con su versión del Hallelujah , de Leonard Cohen. Solo por eso mereció la pena recorrer una carretera que parecía no llegar a ningún lugar. Y tuvo que ser en Albalá, como si ella acabara de empezar en cualquier local del mundo donde le permitieran ser feliz haciendo lo que más le gusta. Porque hacen faltan artistas como ella.