La prestigiosa Royal Shakespeare Company (RSC), especializada en obras del dramaturgo inglés, rescindirá el contrato de patrocinio que mantiene con la petrolera británica BP tras recibir presiones de jóvenes ecologistas, según anunció este miércoles en un comunicado. La compañía británica explica que la "compleja" decisión de suspender a final de año la ayuda económica que recibe desde el 2011 de la empresa no se ha tomado "a la ligera", pero que al final no ha "podido ignorar" el mensaje de los estudiantes activistas contra la crisis climática.

BP patrocinaba un programa para vender entradas muy rebajadas de precio a jóvenes de entre 16 y 25 años, pero fueron estos mismos jóvenes los que escribieron a la RSC en agosto para reclamarle que rompiera los "repulsivos" lazos entre la petrolera y las obras de Shakespeare. "Si los jóvenes deseamos ver una obra a precio rebajado en su teatro, nos vemos obligados a promover a una empresa que de hecho está destruyendo nuestro futuro al destrozar el planeta", rezaba la carta, firmada por jóvenes de todo el Reino Unido. El director artístico de RSC, Gregory Doran, así como la directora ejecutiva, Catherine Mallyon, reconocieron que el vínculo con BP se "está erigiendo en una barrera" entre la compañía teatral y los jóvenes a los que quiere atraer.

"DECEPCIÓN" PETROLÍFERA

Por su parte, la petrolera expresó su "decepción" por la decisión de la Royal de terminar el contrato "prematuramente", y apuntó que "justo lo que no se necesita" es hacer a un lado a las empresas que están "comprometidas con hacer progresos reales". La petrolera, que patrocina otras instituciones culturales en el Reino Unido (como el Museo Británico), señaló que trabaja para cumplir "el doble reto" de reducir las emisiones nocivas y al mismo tiempo abastecer "la creciente demanda mundial de energía", según señaló en un comunicado.

Morten Thaysen, portavoz de Greenpeace, quiso opinar al respecto y manifestó que "pese a los millones" que BP invierte "para limpiar su reputación a través de campañas y patrocinios, su complicidad con la crisis climática les está atrapando".