Es uno de los grandes plusmarquistas de la cartelera barcelonesa. Lleva casi una década con Rubianes solamente , monólogo que corta a su medida según los vientos políticos y la inspiración de cada noche. Pepe Rubianes regresó con él el pasado jueves al Capitol en la que será su última temporada. "Si el público responde acabaré en julio", promete. Un hechizo africano fue el culpable de que desertara la pasada temporada del teatro de las Rambles. Se fue de vacaciones a Kenia y se quedó nueve meses. "Estuve a punto de quedarme a vivir allí para siempre, pero Paco Mir y Joan Gr cia vinieron a visitarme y me hicieron entrar en razón".

Para compensar esos novillos profesionales, Rubianes hará un radical doblete en el Capitol. El día 18 de enero estrenará en la sala 2, en calidad de director, Lorca eran todos , un montaje sobre el via crucis del poeta con un reparto de 11 actores que puede despistar a sus espectadores habituales. Aviso para navegantes: "Esta obra no es para reírse. Tampoco va a ser un espectáculo popular, pero si podemos reunir a 100 personas cada día será un éxito".

Harto de tener que explicarle a la gente que aquello de "llega Pepe y llega la alegría" no siempre se cumple, Rubianes ha decidido remontarse a sus orígenes, a cuando se daba palizas por España y por Europa con el teatro universitario con obras comprometidas.

Apunta también el cómico que el montaje puede ayudar a descubrir los entresijos de la muerte del poeta. La obra muestra cómo Lorca, que no era un tipo muy significado políticamente, va esquivando a los que pretenden ayudarle y alejarle del peligro.