"Creo que es mi libro mejor escrito, precisamente porque he conseguido depurarlo de todo ese exceso de hojarasca que seguramente poblaba otros de mis libros. Está escrito en un castellano nítido, limpio, donde nada sobra", ha resaltado el escritor. La presentación del libro, publicado por la editorial Planeta, se ha cerrado con una canción compuesta y dedicada por Luis Eduardo Aute al gato Soseki, y a la que han asistido buena parte de los protagonistas de la trama de la obra.

Castilfrío de la Sierra es un pueblo soriano de Tierras Altas con uno de los cascos mejor conservados de arquitectura merinera y por el que discurrió la vida del gato Soseki, sepultado desde noviembre de 2008 en el jardín de la casa de Sánchez Dragó. La representante de la editorial Planeta, Ana Bustelo, ha señalado que la mezcla de relato y fábula conseguida por Sánchez Dragó "no puede fallar en esta andadura que comienza hoy aquí, donde vivió la mayor parte de su vida y murió, Soseki".

El escritor, que quiere crear un centro de acogida de gatos en Castilfrío de la Sierra, ha reconocido que el libro le ha dado especialmente trabajo a la hora de buscar un estilo y encontrar un castellano puro que pudiera ser entendido por los niños y "a la vez no resultará pueril para los mayores". "De todos mis libros es el más literario, el de más pura literatura", ha resaltado. En sus 350 páginas se recoge la historia fabulada del gato, "que sabía que tenía que cumplir una misión", la de la comarca soriana de Tierras Altas y la de un anciano escritor -el autor- y su nieta Catherina, a la que en breves conversaciones trasmite su filosofía sobre la vida.

Sánchez Dragó ha reconocido que la obra está cargada de buenos sentimientos y pura emoción, con lo que, a su juicio, rompe el tópico de que para hacer buena literatura hay que ser perverso. El escritor ha manifestado que interrumpió la elaboración del libro de memorias que estaba escribiendo para dedicarse a escribir una obra póstuma a Soseki, tras los mensajes que recibió cuando publicó el obituario de su gato en el diario El Mundo.

"Fue tan vigorosa (la reacción), que aquel mismo día interrumpí el libro de memorias, que llevaba ya mediado, y me di cuenta que tenía que rendir un homenaje póstumo a este héroe, que en la fábula de mi libro salva de la muerte a mi nieta Catherina", ha destacado. En la portada del libro aparece un dibujo de Lola Fonseca, sobrina del desaparecido Francisco Ayala, en la que se refleja la estatua de Buda que existe en el jardín de la casa de Sánchez Dragó portando un gato, ante la atenta mirada de su nieta Catherina.