La exposición "Santas de Zurbarán: Devoción y Persuasión", que estará abierta en el sevillano convento de Santa Clara hasta el 20 de julio refleja en una serie de 17 lienzos el viaje de ida y vuelta emprendido por el maestro extremeño entre lo divino y lo humano, según los organizadores de la muestra.

Del total de 23 Santas documentadas de Zurbarán, han podido reunirse 17 para esta exposición, de la que también forman parte 21 diseños de vestidos inspirados en las vestimentas barrocas de las Santas de Zurbarán, diseñados por modistas españoles actuales, coordinados por Elio Berhanyer.

Las 17 Santas, procedentes de museos como la National Gallery de Londres, el Prado, el Thyssen-Bornemisza y el Strada Nuova Pallazzo Bianco de Génova, se muestran en la planta baja del convento colgadas en dos paredes enfrentadas, imitando la "secuencia procesional" que se perseguía en el siglo XVII colgando colecciones similares a ésta en las naves de las iglesias.

En la planta alta se muestran los 21 diseños de Berhanyer, Ágatha Ruiz de la Prada, Devota y Lomba, Francis Montesinos, Ángel Schlesser, Juan Duyos, Pedro Moreno, Ana Locking, Roberto Torreta, Hannibal Laguna, Victorio y Lucchino y de una selección de jóvenes diseñadores de la Cátedra Elio Berhanyer.

El nexo entre ambas salas, y el único diseño que se expone en una vitrina en la misma sala de los zurbaranes, es un vestido confeccionado por Cristóbal Balenciaga de 1961, también inspirado en los atavíos barrocos con que Zurbarán vistió a sus Santas.

Balenciaga se inspiró para su vestido en Santa Casilda, la misma Santa en la que se ha basado Berhanyer y la misma que, la semana pasada, encarnó la bailaora Eva Yerbabuena en el espectáculo de danza y música barroca y flamenca en el que, como antesala de esta exposición, las bailaoras y bailarinas vistieron los diseños confeccionados para la muestra.

"Zurbarán es el más grande diseñador que ha tenido España, porque estos trajes (de sus Santas) no existieron nunca y él se los inventó todos", ha dicho a los periodistas Berhanyer al asegurar que todos los modistas se han inspirado en los lienzos del maestro extremeño.

Entre la devoción y la persuasión, entre lo divino y lo humano, entre lo bello y lo trágico, entre lo material y lo espiritual ha sido concebida toda la exposición y el diálogo entre las Santas y los nuevos diseños, siguiendo la confrontación que Zurbarán provocó con esta serie de vírgenes mártires a las que, sin embargo, retrato como a grandes reinas.

Santa Águeda, por ejemplo, muestra sus pechos cortados una bandeja con su rostro sereno, sin atisbo de sufrimiento, con la entereza de una gran dama.

Los organizadores de la muestra han enfrentado testimonios del primer tercio del XVII que reflejan las reacciones que causaron las Santas de Zurbarán en su época, como la del cardenal Niño de Guevara, quien criticó "la persuasión que confunde a los fieles, por no distinguir un retrato profano de una Santa virgen".

O el de Sor Juana de San Antonio, que en 1629 dejó testimonio de su admiración: "la cosa más hermosa que ojos humanos han visto; una gentileza de cuerpos, una bizarría de talles ¡Qué cabezas tan aderezadas, qué tocados y sayas enlazadas de perlas y piedras preciosas, y qué belleza de coronas imperiales en ellas..."

Curiosamente, ahora se cumplen 25 años de la gran exposición sobre Francisco de Zurbarán que el exdirector del Prado, Alfonso Pérez Sánchez, organizó en el museo madrileño, y el comisario de la exposición sevillana es Benito Navarrete, discípulo de Pérez Sánchez.

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha considerado que una parte de la exposición, en alusión a los vestidos expresamente hechos para ella, pueda mostrarse en otras ciudades.

La exposición, que se acompañará de un simposio sobre Zurbarán y de actividades pedagógicas, ha contado con un presupuesto global de 425.000 euros.