El Nobel José Saramago ha vuelto a la novela con la historia de Salomón (salomón, escribe el autor), el elefante que, tras pasarse dos años en un corral en el Monasterio de los Jerónimos de Belem, fue elegido como regalo de boda del rey de Portugal Juan III para el archiduque Maximiliano de Austria. Cuando ingresó en el hospital a principios de año para recuperarse de una neumonía, Saramago había escrito ya 40 de las 200 páginas de El viaje del elefante . Al día siguiente de salir de la clínica, cuando ya se no temía por su vida, empezó a trabajar de nuevo en el texto.

Sin mayúsculas y con una puntuación irregular, en entrevistas a la prensa portuguesa ha reconocido que hay conexiones temáticas y de estilo entre su nuevo libro y obras como Historia del sitio de Lisboa y La balsa de piedraEl escritor luso relata el viaje del elefante indio, acompañado por su conductor, por tierra desde Lisboa hasta Roses, de allí a Génova y desde el puerto italiano hasta Viena, atravesando los Apeninos y navegando por el Danubio.A pesar de las condiciones en que lo escribió, dice que es quizá la obra en que está más presente el sentido del humor de todas.