Las estampas con escenas eróticas fueron una de las producciones artísticas más populares en Japón durante siglos. Entre 1600 y 1900 se realizaron en el país, aislado de la influencia de Occidente, miles de ilustraciones de contenido sexual muy explícito. A esos trabajos, a menudo de gran delicadeza y maestría, se les conoce como shunga , aunque también se les llamaba, más eufemísticamente, imágenes de almohada y estampas de primavera. Hasta el 5 de enero, el Museo Británico expone 170 de estas imágenes, la colección más importante mostrada hasta ahora en el Reino Unido y autorizada solo a los mayores de 16 años.

Japón concebía el sexo de una manera muy diferente a Europa. La doctrina cristiana convirtió cualquier asomo de erotismo en algo inmoral, obsceno y prohibido. En Japón, en cambio, la vida espiritual celebraba el poder de la procreación y no había un concepto del sexo como pecado. El arte shunga llegaba a todas las clases sociales y se presentaba en forma de libritos, rollos, láminas sueltas, e incluso en calendarios como regalo de Año Nuevo. Las ilustraciones podían servir como guía a amantes inexpertos, fuente de estimulación, y decoración en los burdeles. Se vendían libremente y solo a principios del siglo XX fueron prohibidas.

"La mayor parte de la sociedad japonesa disfrutaba de esas imágenes realizadas en algunos casos por grandes maestros como Kitagawa Utamaro, del que se puede ver en la muestra la serie Poema de la Almohada", señala Timothy Clark, jefe de la sección japonesa del museo. "El arte shunga se había despreciado. Ahora en cambio se empieza a estudiar en la universidad".

Mujer con un pulpo

Algunos grabados representan fantasías eróticas como el de la mujer jugueteando libidinosamente con los tentáculos de un pulpo. Otras son humorísticas, con personajes y situaciones grotescas, o parodias de la literatura, "para subvertir la ortodoxia de Confucio y las reglas de los samurái, que era la clase dominante", apunta Clark.

Shunga muestra relaciones entre hombres y mujeres, pero también entre parejas gay. "En general el sexo se entendía como placer y como armonía --señala el comisario--, era una visión positiva, aunque también hay imágenes de violaciones y de violencia".