Quién le hubiera dicho Steven Spielberg, que tantas veces en el pasado rechazó la oferta de presidir el jurado del Festival de Cannes quizá por problemas de agenda o tal vez por miedo a la responsabilidad, que al final la tarea le iba a resultar tan fácil. Desde que El azul es un color cálido (La vie d'Adèle ) fue proyectada en el certamen el pasado miércoles, a todo el mundo le quedó claro que la competición se había acabado.

Ninguna de las películas presentadas antes estaba a su altura, y ninguna de las que quedaban por presentar lo iba a estar. Así de buena es. En todo caso, el presidente no se limitó a aceptar la evidencia. En cambio, tomó una decisión sin precedentes en Cannes: otorgarle la Palma de Oro a la mejor película no solo al director de El azul es un color cálido , Abdellatif Kechiche, sino también a Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux, sus protagonistas. Spielberg es grande.

La decisión, decimos, no tiene precedentes, pero sí una explicación: el festival tiene costumbre de invitar a los jueces a que repartan los premios entre el mayor número posible de títulos y, como resultado, no dar más de un galardón a la misma película se ha convertido en regla no escrita. Y reconocer la maestría de El azul es un color cálido , historia de amor llena de placer, tristeza, furia, lujuria y esperanza, pero en cambio no acordarse de quienes le dan vida, dos actrices en estado de gracia ofreciendo las mejores interpretaciones femeninas de este festival, las mejores interpretaciones de este festival y punto, habría sido una terrible injusticia.

Sin duda, el aspecto de ese prodigioso trabajo actoral que más ha dado y mas dará que hablar son las escenas de sexo lésbico que Exarchopoulos y Seydoux comparten, explícitas e intensas como pocas o ninguna antes en el cine no pornográfico. Las actrices muestran un demoledor coraje y, filmándolas, Kechiche logra una asombrosa tactilidad capturando al detalle los cuerpos de sus heroínas, su carnalidad y la porosidad de la piel y, cómo no, su sensualidad.

En todo caso, el sexo aquí no es mera calistenia marrana sino verdadera comunión. Cuando las jóvenes hacen el amor acarrean tanto sentimiento, tanto peso dramático, que duele.

VIAJE A LA ESCENA FOLK También Inside Llewyn Davis , el viaje de Joel y Ethan Coen a través de la escena de la música folk de los 60, había dejado claro desde su première al principio del certamen que no iba a volverse a casa de vacío. Hubo, eso sí, quien la catalogó de película menor a pesar de todo su humor negro y su inmensa melancolía y su personalidad inimitable a la hora de retratar los sinsabores de la creación artística. Ahora ya da igual.

El Premio Especial del Jurado, también llamado segundo premio, era el único de los galardones de peso que a los Coen les faltaba conseguir en Cannes --ya tenían tres en la categoría de Mejor Director y una Palma de Oro, por Barton Fink (1991)-- A este paso, acabarán bautizando una calle de la ciudad con su nombre.

Spielberg y los suyos se mostraron tan certeros con los dos premios gordos que poco importó el hecho de que sus otras decisiones fueran menos incontestables. No es que Amat Escalante no dejara claro un talento particular tras la cámara en Heli , pero considerarlo Mejor Director significa recompensar una película que, por varios motivos --sobre todo su voluntad demasiado calculada de revolver el estómago al público--, resulta fallida.

ANCIANO AL BORDE DEL OCASO Bruce Dern se hizo con el título de Mejor Actor a pesar de que no contaba en las quinielas, y en realidad quizá de eso se tratara: en Nebraska , en la piel de un anciano al borde del ocaso, Dern ofrece el tipo de sutileza que no llama la atención pero que agranda películas. Por último, está claro que Berenice Bejo fue la otra gran beneficiada de la decisión tomada por el jurado con respecto a la Palma de Oro: su trabajo para el iraní Asghar Farhadi en el drama familiar El pasado es sin duda robusto , pero la decisión del jurado deja claro que en realidad fueron Exarchopoulos y Seydoux las mejores actrices. Es por ellas, y por la forma tan bonita que Spielberg tuvo de premiarlas, que Cannes 2013 será recordado.