Entre los primeros trabajos de Ita O’Brien listados en Internet Movie Database aparece el de directora de movimiento en Melanie: The girl with all the gifts y la serie Humans. El nombre del puesto es tan curioso como transparente: «Así es, me dedicaba a dirigir el movimiento», explica esta irlandesa en conversación telefónica. «En Humans, por ejemplo, ayudaba a los actores a habitar el cuerpo de un robot.

Pero O’Brien, formada en ballet y estudiosa de la expresión corporal, se ha hecho famosa como coordinadora de intimidad, un oficio que todavía requiere explicación. «Es como dirigir el movimiento, solo que en el ámbito de las relaciones íntimas. Se trata de ayudar a contar una historia a través del cuerpo, no tanto de las palabras. Es narrativa física. ¿Cómo explicas un sexo afectuoso? ¿Y uno que refleja deseo floreciente? Eso es lo que ayudo a hacer al director».

El coordinador de intimidad cumple una función narrativa y otra psicológico-ética: la idea no es solo tratar de explicar el sexo, sino hacerlo de forma que nadie se sienta víctima de abusos, herido y explotado. Cuando a Emilia O’Clarke le sugerían en el rodaje de Juego de tronos que se quitara la sábana, no debía haber coordinador alguno en la sala. La figura vela, a la vez, por la lógica física de la función y el bienestar mental de los intérpretes.

Una figura así parece importante en Sex education, dado que la comedia (con apuntes de drama) de Netflix quiere explicar el sexo y sus complicaciones, y dada la juventud de muchos de sus actores. «Me encontré con [la creadora] Laurie Nunn en el 2018», explica O’Brien. «Ella conocía mi conjunto de normas, y quería que cuidara a su joven reparto. Nos entendimos muy bien. Como tengo hijos de la edad de los personajes, muchas pequeñas historias de la serie me resultaban familiares».

O’Brien, sea como sea, tuvo que hacer trabajo de investigación. «En mi primer día de rodaje me tocaba supervisar una escena de sexo lésbico bastante intensa, y tuve que recurrir al Kama-sutra lesbiano de Kat Harding para conocer las posturas adecuadas. Cada postura ha de responder a los personajes, a su verdad y al contexto de la escena».

Ocupada con muchos otros proyectos (como la adaptación de Un mundo feliz de Peacock), O’Brien confió en uno de sus discípulos, David Thackery, para coordinar el grueso de la intimidad de la segunda temporada de Sex education, que llegó a Netflix el pasado viernes. J. M. F