La Sociedad General de Autores y Ediotores (SGAE) ya tiene nuevo presidente: el guionista y productor José Luis Acosta Salmerón, pero a juzgar por los resultados, su junta directiva sigue tan dividida como cuando votó por la destitución del anterior responsable electo: Antón Reixa. Si en julio, 25 de los 39 miembros del órgano directivo optaron por poner fin a la gestión de Reixa al frente de la entidad 14 meses después de su nombramiento; ayer, Acosta obtuvo solo 20 votos. El resto, 16, se inclinaron por el otro candidato, el compositor José Miguel Fernández Sastrón, y dos se abstuvieron. Pese a ello, Acosta afirmó en su primera comparecencia como presidente que su elección "un requisito normal, lógico y democrático: cuando un presidente no es el adecuado y se le cesa, se elige a otro" se desarrolló "en un ambiente maravilloso y en un tono cordial", negó ser un "hombre de paja", y anunció que su gestión será "menos presidencialista". El nuevo responsable de la entidad también se refirió a los problemas de la SGAE que, a su juicio, "son muy graves" pero "no han sido generados por esta junta directiva sino que derivan de las amenazas externas".

Son cuatro los "torpedos" que según él pueden desestabilizar la SGAE: la ley de propiedad intelectual sería "contradictorio" aprobarla ya que "no ayuda" al sector; el IVA cultural se mostró convencido de que "se va a rebajar"; la crisis económica contra la que "poco" se puede hacer y la desinversión heredada del mandato de Teddy Bautista imputado por la Audiencia Nacional por apropiación indebida y delito societario, problema que se "está solucionando".

Acosta también se refirió a la polémica surgida de la rueda de las televisiones, práctica según la cual 11 autores podrían haber recaudado en cinco años más de 25 millones de euros mediante artificios y cuya denuncia, afirma Reixa, le costó el cargo. El nuevo presidente afirmó que confía en "la honestidad y el rigor" del comité que estudia el caso.