Elecciones más democráticas y transparentes. Bienvenidos a la nueva Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), que ayer dio el primer paso para su "refundación" y, sobre todo, para poner punto final al sistema "viciado, oscuro y pintoresco" de Teddy Bautista, imputado en un presunto y descomunal desvío de fondos. Los socios pretenden ahora "reconquistar" una entidad, dirigida con mano firme por Bautista durante más de 30 años. "El futuro de la SGAE empieza hoy", subrayó el cantante Antón Reixa, que ayer presentó en sociedad a la nueva entidad, acompañado por el editor Manuel Marvizón y el dramaturgo Antonio Onetti.

La SGAE tiene unos 100.000 socios, pero no todos tienen derecho a voto sino solo los que generan derechos de autor. A más dinero recaudado más número de votos. Así ocurre también en otras entidades europeas. La propuesta lanzada ayer consiste en aumentar el número de miembros con capacidad para votar en las elecciones a la junta directiva. Si ahora esa cifra es de 8.220, con las nuevas normas será de 20.881. Es decir, a partir de ahora no hará falta generar mucho dinero para tender derecho a voto. Este se otorgará a los autores que en los últimos cuatro años haya generado derechos, como mínimo, por 641 euros (salario mínimo interprofesional).

Las listas serán abiertas. Cualquier socio con derecho a voto puede presentarse. Y no hará falta tener avales. En el caso de los candidatos aislados, necesitarán, como mínimo, el 5% de los votos para optar a un puesto en la junta. En el caso de las agrupaciones de candidatos, las normas también se cambian.

Bautista gobernó la SGAE durante 30 años, pero nunca se presentó a las elecciones. Este es otro de los aspectos que cambiarán de raíz. A partir de ahora no habrá dos cabezas: presidente del consejo de dirección y presidente de la junta directiva sino que solo existirá el segundo cargo. Este saldrá de la junta directiva (39 miembros) y tendrá la confianza mayoritaria del organismo. El presidente de la junta directiva podrá permanecer en el cargo dos mandatos (ocho años) como máximo.

ELECCIONES EN ENERO

El proceso estará vigilado por un cargo del Ministerio de Cultura y otros dos expertos (reputados juristas) sin vinculación con la SGAE. En cualquier caso, las ideas presentadas ayer son solo eso, ideas. Los socios votarán las nuevas normas en la asamblea general extraordinaria, el 30 de noviembre. Además del visto bueno de esa asamblea, también necesita el aprobado de Cultura. Conscientes del más que probable cambio de Gobierno, los socios de la SGAE lanzaron ayer un ruego a Cultura para que colaboren en el proceso de refundación. Una vez la asamblea de socios y Cultura hayan dado su aprobado, se convocarán elecciones, que se celebrarán en enero.

Reixa dejó ayer claro que que la nueva SGAE "luchará por defender los derechos de autor". Respecto a la supresión del canon propuesta por el PP, puntualizó que lo que hará no será la supresión sino modificaciones para ajustarlo a la UE.