El actor extremeño (Badajoz, 1981) protagoniza ´Torero´, una tragicomedia en la que su personaje, un triunfador en los ruedos, se niega a matar más toros

En 1997 Simón Ferrero vivió sus primeras experiencias teatrales como actor amateur. En el 2002 se convirtió en profesional. Desde entonces ha volcado su vida en el teatro, aunque la televisión extremeña le dio cierta popularidad con la serie Cuando puedas . Ha trabajado en cortometrajes y ha escrito teatro. Sus obras suele estrenarlas con grupos amateurs. Ahora protagoniza el último montaje del grupo Suripanta, la tragicomedia Torero , que mañana se representa en el Gran Teatro de Cáceres (20.30). El es el matador que poco antes de comenzar el festejo se niega a salir al ruedo. Se declara hinduista, mientras una troupe de gentes que dependen de él intentan hacerle desistir.

--Han prohibido los toros en Cataluña e intentan hacer lo mismo en Ecuador.

--Es sorprendente la repercusión que ha tenido un debate en esa zona de España fuera del país. Pero ha puesto de manifiesto una realidad sobre si es necesario o no que se mantengan tradiciones de siglos, si es cultura, si se deben matar los animales...

--¿Es prohibicionista o protaurino?

--No soy protaurino. Pero tampoco llevo la bandera de la prohibición. Los toros no me apasionan.

--¿Pero entiende a los taurinos?

--Los entiendo. Entiendo que los toros puedan considerarse arte y que sea un negocio del que viven muchas personas, y la prohibición repercute en ellas. Supone que se desmorona todo un sistema que mueve mucho dinero. Así que no es fácil de erradicar. Pero también estoy en contra de la violencia animal. No me gusta que maten a un toro.

--Claro que su personaje encaja en estos tiempos. Es un insumiso taurino.

--Bueno él, que ha sido un gran torero, que ha triunfado, que no ha tenido miedo, ha descubierto la religión hinduista, que pregona unos valores de respeto a los seres vivos. Y uno puede reencarnarse en ellos.

--Dará argumentos a los antitaurinos.

--Creo que sí. Mi personaje dice que quiere al toro como torero y concluye entonces que si lo quiere cómo va a matarlo.

--Pero intentan disuadirle.

--Porque toda la economía familiar depende de él y, claro, se forma una batalla campal. Son intentos desesperados y esas situaciones no convencen.

--Por hacer un paralelismo, ¿en el teatro se juega uno la vida?

--Jugarse la vida se la juega hoy uno en cualquier trabajo. Pero este es arriesgado por su economía inestable. Uno no sabe a veces si tendrá o no tendrá trabajo dentro de dos meses. Pero tienes que vivir así. Alternas momentos de fertilidad con otros de sequía. Yo hallé la pasión en el teatro y aunque es un tópico, cuando te pica el bicho es difícil que lo dejes. Muchos actores de televisión o cine, cuando han llegado a cierto nivel, vuelven al teatro, aunque no les dé el mismo dinero.