Hollywood y los estudios alemanes de la UFA compitiendo por producir las primeras películas sonoras. Filmaciones de sexo violento (snuff movies ) en cabarets berlineses como pruebas piloto, más perfeccionadas que El cantor de jazz , mientras el lobo nazi enseña la pata coja de Joseph Goebbels y el reaccionario Von Hugenberg prepara el rearme alemán y cree que podrá controlar a Hitler "dentro de una jaula hasta que chille como un cerdo". Carreras en la recepción del hotel Adlon y autopsias en la comisaría central de la Kripo en Alexanderplatz, mutilados yonkis de la Gran Guerra, Fritz Lang fracasando con Metrópolis , casado con la nazi Thea von Harbou pero con planes para el actor judío Peter Lorre... Todo esto y más está en Sombras y luces (Ediciones B), la segunda novela situada en el Berlín de entreguerras del norteamericano Jonathan Rabb.

Rabb se estrenó de forma solvente con dos novelas de misterio a lo Dan Brown, con sectas cristianas, manuscritos misteriosos y profesores intrépidos. Lo hizo antes que El Código Da Vinci y lo dejó. En su reciente visita a Barcelona explicó por qué: "El protagonista era un joven profesor que enseña teoría política en Columbia y salva el mundo, y entonces yo era un joven profesor de teoría política en Columbia, así que me lo pasé bien. Pero quise crear un personaje que no fuera yo mismo", bromea.

Ese personaje fue el inspector de la policía criminal berlinesa (la Kripo) Nikolai Hoffner, que topa con el cadáver de Rosa Luxemburgo en Rosa y ahora, en Sombras y luces , debe investigar la muerte de un joven Thysen que trabaja para los estudios UFA en 1927. Pero sobre todo su personaje es el Berlín convulso de la república de Weimar, con despojos de la guerra y revanchistas cociéndose a fuego lento.

¿Por qué esta fascinación por Berlín, que comparte con el novelista escocés Philip Kerr y bebe de Döblin y Isherwood? "Estoy interesado en la libertad politica, social, sexual que existía en la Alemania de ese periodo pero aún más en los elementos oscuros que surgían por debajo", responde el autor. Evidentemente, el periodo da juego. "En los años 20 y 30 era una ciudad en crisis, que no sabe en qué se va a convertir. Tanto Hoffner como Berlín son personajes que viven en la incertidumbre", explica Rabb. El lector sabe cómo acabará todo pero los personajes pueden creer que los nazis son una locura pasajera o una jauría violenta pero controlable. Pero como cantaba el inquietante joven nazi de Cabaret (y también Rabb, a media entrevista), Tomorrow belongs to me .

Rabb niega que haga novela histórica (como rechaza también que se le encuadre en el género negro) y prefiere hablar de cómo construye personajes, sean urbanos o humanos. Y de cómo construye tramas enrevesadas ("soy un malabarista que tira muchas pelotas al aire, pero le aseguro que todas acaban cayendo donde toca") pero que confía que sus lectores

Hoffner es medio judío. ¿Qué le espera en la próxima novela? ¿Lo podrá seguir ocultando, deberá dejar la policía, emigrar? El escritor tiene la respuesta: viajará a España en los dos primeros meses de la guerra civil y se verá en medio de la salvaje toma de Badajoz por el teniente coronel Yagüe. Eso sí, Rabb jura que en su siguiente libro viajará a la Venecia del XVII. "No seguiré en Berlín. El Berlín de Hoffner se acaba en 1936 y el de después es demasiado deprimente", explica.