Magos, vampiros, licántropos y ahora- ¿Extraterrestres? Todo parece señalarlos como nuevas criaturas favoritas de jóvenes y no tan jóvenes para el 2011. Será en ellos donde adolescentes alrededor del mundo verán reflejados todos sus sentimientos oscuros: la soledad, la marginación, la sensación de ser incomprendido o incluso perseguido- Y en ellos encontrarán muchos corazones perdidos su ideal romántico, un fuera de la ley, pero sensible, perceptivo, con rasgos de otro planeta; es todo ciencia ficción, claro.

La culpa de todo la tendrá Soy el Número Cuatro , un título que todavía no suena demasiado por estos lares pero llegará a ser, quizás, tan familiar como Crepúsculo . En febrero llegará el libro (ya ha sido un éxito en Estados Unidos) y dos meses después, la película producida mano a mano por los poderosos Michael Bay y Steven Spielberg. El primer gran fenómeno popular del 2011 parece cantado.

En el principio fue Full Fathom Five, fábrica de best-sellers de James Frey, un escritor conocido y denostado en EEUU por haber puesto demasiada ficción en un libro (A million little pieces ) sobre su tránsito por el alcoholismo y las drogas. La nueva creación de Frey es una especie de símil literario de la legendaria Factory neoyorquina, donde Warhol ponía el concepto y otros artistas le ayudaban a producir la obra. En esta factoría de ficción, autores algo verdes producen hipotéticos éxitos librescos bajo la supervisión de uno de los personajes más ambiciosos del mundo literario yanqui.

El primer libro de la compañía, Soy el Número Cuatro , es una colaboración entre el joven Jobie Hughes y James Frey que aparece firmada por el ficticio Pittacus Lore. No es solo un libro, sino el primero de una serie: Legados de Lorien , en torno a nueve alienígenas que huyeron de su planeta antes de que fuera destruido por una especie rival y ahora viven en nuestro planeta como teens al uso. El personaje titular descubre que el cerebro de la aniquilación anda tras él. Si le suena el argumento, quizá fuera usted fan de la reivindicable serie Roswell, con la que parece guardar puntos en común.

El agente literario de Frey vendió entre editoriales este primer libro como "la colaboración entre un autor de la lista de éxitos del New York Times y un emergente joven literato", pero la pieza fue algo ignorada por las editoriales hasta que empezó una guerra cruenta por los derechos para el cine, finalmente en manos del imbatible Bay-Spielberg. La película será la primera estrenada por Dreamworks tras su nuevo acuerdo de distribución con Disney. La responsabilidad de dar brío a este romance intergaláctico ha caído en manos de D.J. Caruso, director de La conspiración del pánico . Su protagonista, el chaval destinado a no poder salir de casa tranquilamente el resto de su vida, es el carismático Alex Pettyfer, quien demostró sus dotes para la acción en Alex Raider: Operación Stormbreaker . "Lo que me gusta de Alex", ha dicho Caruso, "es que, primero de todo, es este chico dinámico, interesante, atractivo. Pero el elemento más importante es que tiene una verdadera vulnerabilidad. Es extraño; puedes ver la confianza que tiene en sí mismo, pero también un dolor con el que podemos conectar".