Spencer Tunick, el fotógrafo que inmortaliza la sonrosada piel de miles de voluntarios, se ha convertido en una franquicia de sí mismo. Tras Barcelona, su primera intervención en España en la que congregó a 7.000 voluntarios, ayer le llegó el turno a San Sebastián. El neoyorquino desnudó a 1.000 personas en la ciudad vasca. Primero, dentro del palacio de congresos Kursaal y luego en la playa de la Zurriola, donde Tunick reunió a las parejas participantes y las fotografió en actitud cariñosa (foto).

Cuando Tunick empezó a disparar, los periodistas gráficos estuvieron a punto de darle un plante por su mal humor. Los participantes propinaron una pitada a los periodistas y les instaron a desnudarse. Sólo dos reporteros de Caiga quien Caiga recogieron el guante.