Los héroes de 'El ascenso de Skywalker' hablan tanto sobre finales y últimas oportunidades que parecen saberse protagonistas de la película final de una saga que ha durado cuatro décadas. Uno de ellos decide dar "un último salto" a la velocidad de la luz a bordo del Halcón Milenario; otro se refiere a Rey (Daisy Ridley) como su "última esperanza", y otro pasa unos segundos "contemplando por última vez" a sus amigos antes de decir adiós. Está claro que la película acarrea una gran responsabilidad, aunque no llegue a estar claro qué es exactamente lo que finaliza con ella.

J.J. Abrams, de nuevo tras la cámara tras dirigir 'El despertar de la fuerza' (2015), carga con el deber de satisfacer una serie imposible de demandas: tiene quedar cierre a la tercera trilogía de 'Star wars' pero también debe resolver muchos temas y tramas pendientes de las dos trilogías anteriores, y asimismo 'El ascenso de Skywalker' debe funcionar como un relato narrativamente autónomo. Por último, la película ha sido diseñada para aplacar la furia que muchos fans pasean desde el estreno de 'Los últimos Jedi' (2017) y, en concreto, para darles exactamente lo que han estado pidiendo.

DESANDAR LO ANDADO

'Star wars', recordemos, ocupa una posición única en la cultura pop, que conlleva una exposición permanente al escrutinio; cada espectador tiene una idea muy clara de lo que la saga debería ser. Y en 'Los últimos Jedi' el director Rian Johnson puso en jaque las expectativas del público, desacreditando teorías que habían circulado en las redes y sugiriendo que la franquicia solo podría seguir siendo relevante si dejaba de mirar al pasado.

Puede que eso fuera precisamente lo que la mitología creada por George Lucas necesitaba, pero los productores de 'El ascenso de Skywalker' no han opinado lo mismo. La película ignora -cuando no deshace- algunas de las decisiones narrativas tomadas por Johnson; su objetivo es satisfacer al mayor número posible de espectadores y extraer toda la nostalgia y el afecto que sienten por los personajes y su galaxia. En otras palabras, el mismo que ya dejó claro en su día 'El despertar de la fuerza', cuya trama era prácticamente un calco de la de 'La guerra de las galaxias' (1977).

En el proceso, la nueva película saca a la luz verdades ocultas que redefinen las relaciones entre los personajes y, mientras tanto, los hace viajar más y hacer más paradas que un conductor de metro. Abrams, además, introduce complicaciones argumentales suficientes para llenar tres películas. Al final claro, quedan contestadas -o casi- las preguntas que quien más quien menos se hace: ¿Quién es el Skywalker del título? ¿Se pasa realmente Rey al lado oscuro? ¿Hay atracción romántica entre ella y Kylo Ren? ¿Trabajarán en pareja para destruir tanto a los Jedi como a los Sith? ¿Cómo es posible que el Emperador Palpatine reaparezca? ¿Lo harán también los ewoks? ¿Y Jar-Jar Binks? Las respuestas, claro, no satisfarán a todo el mundo pero, con un poco de suerte, esta vez la división de opiniones no causará tanto derramamiento virtual de sangre y tanto despliegue de odio, misoginia y xenofobia como hace dos años. En unos meses los ánimos se calmarán, y 'Star wars' podrá finalmente emprender un nuevo camino.

¿HACIA DÓNDE?

Cuando en el 2012 Disney le compró a Lucas los derechos de explotación de la saga, muchos dieron por hecha la creación inminente -a razón de al menos una película por año- de un universo cinematográfico a imagen del de Marvel, compuesto de numerosas narraciones interconectadas a través de secuelas, precuelas y 'spin-offs'. Siete años después, sin embargo, los siguientes pasos de 'Star wars' en la gran pantalla no están nada claros; se detectan signos de pérdida de interés por parte del público, y se han cancelado varios proyectos ya anunciados. Se acusa a Disney de no haber gestionado bien tamaño patrimonio mitológico de la saga. Está claro que sus responsables deben redefinirla para abrirla a nuevas generaciones pero, ¿sobrevivirá a la ausencia de sus personajes y sus escenarios icónicos?

En la actualidad, Kevin Feige -presidente de los estudios Marvel- está trabajando en nuevo proyecto vinculado a 'Star wars', y los rumores dicen que Johnson también; y lo mismo se decía de los creadores de 'Juego de tronos', David Benioff y D.B. Weiss, hasta que decidieron romper un preacuerdo con Disney para irse con Netflix. Mientras tanto, la teleserie 'The Mandalorian' se ha convertido en fenómeno viral tras su estreno en la plataforma de streaming Disney+ -aún no disponible en España-, donde también se estrenará próximamente una ficción televisiva protagonizada por Obi-Wan Kenobi. Como asegura el trailer de 'El ascenso de Skywalker', la saga terminará, la historia vive para siempre. En otras palabras, nos queda 'Star wars' para rato.