Bertold Brecht estrenó Madre coraje en el Berlín en ruinas de la posguerra de los años 40 y convirtió esta obra sobre una mujer y sus hijos que van detrás de los ejércitos contendientes durante la Guerra de los 30 años en una de las piedras de toque del teatro contemporáneo. Una versión que estrenó la compañía extremeña Suripanta en noviembre en el Festival de Teatro y Danza Contemporáneos de Badajoz, se presenta hoy en el Gran Teatro de Cáceres a las 21.30.

Grupo de teatro volcado en las obras de texto, que dé espacio al actor para desarrollar sus capacidades, afronta este montaje bajo la dirección de un especialista en la obra de Brecht, Konrad Zschiedrich, quien acentúa la idea de que el paso del tiempo no transforma a las gentes.

Pinceladas de humor, canciones cantadas en directo y una escenografía que va desvelando la degradación de la guerra caracterizan esta versión extremeña, según explicó Pedro Rodríguez, componente de Suripanta y uno de los nueve actores que asumen hasta 21 personajes de la obra.

Madre coraje resume el espíritu de Brecht, que absorbió las manifestaciones culturales de su epoca, como el cabaret, y las puso al servicio de la escena.