España asombra a los grupos y programadores europeos con su explosivo circuito de festivales, pero, atención, la convocatoria más multitudinaria de Europa tiene lugar a unos 2.000 kilómetros al este. El Sziget Festival, de Budapest, pulveriza récords e ideas preconcebidas con un modelo híbrido donde el star system del rock convive con abundantes propuestas locales, y la música se solapa con el teatro callejero, las actividades lúdicas y, en fin, la distendida vida al aire libre en el enclave de la isla de Obuda, en el Danubio.

Con figuras del rock internacional, como Iron Maiden (que coronó el cartel del martes), Sex Pistols (viernes), REM (sábado) y The Babyshambles y The Killers (anoche), pero con un 50% de programación húngara de todos los géneros musicales, así como aditivos insospechados.

Pasear por su enorme recinto, de 120 hectáreas, depara sorpresas: en un recodo irrumpe un escenario donde actúan bailarinas centroafricanas; más allá unos asistentes vestidos de gladiadores libran un combate con espadas de plástico; en una carpa hay un casino con ruleta en el que algunos se juegan sus forints, y tras un montículo descubres un estanque preparado para el show de marionetas vietnamitas sobre el agua. Hay puenting, claro, pero también un espacio con la bandera gay que acoge cabaret transexual, una carpa silenciosa para bailar con auriculares, cine al aire libre y, muchos escenarios, unos 30, dedicados al metal, la world music, el jazz, la música gitana...

PUBLICO JOVEN El invento funciona. Este año, pasan por allí entre 45.000 y 70.000 personas por noche, y se espera que Sziget (isla, en húngaro) bata su marca y supere los 400.000 asistentes sumados en las seis jornadas, reafirmando así su enunciado de festival más grande de Europa. Un público que, en su mayor parte, ronda la veintena, aunque la media de edad y el perfil pueden alterarse en función de cuál sea el artista estrella de la noche. El festival cuenta con zonas de acampada, pero buena parte del público duerme en la ciudad y acude en transporte público. Ni indie, ni heavy, ni mestizo, ni familiar... sino todo a la vez, Sziget lanza una fórmula de evento pluridisciplinar financiado con capital privado.