El británico Terry Gilliam, que ayer presentó en el Festival de Cine Fantástico de Sitges su último filme, The Zero Theorem , dijo que "el consumismo le ha robado protagonismo a la religión". Con esta película, regresa a un futuro terrible como el de Brazil , que estrenó hace 30 años, para contar una historia de aislamiento e incomunicación.

"La diferencia principal es que en Brazil hablaba de un ministerio que formaba parte de un gobierno y en ésta hablo de una empresa principal que domina la sociedad, porque hoy las multinacionales son demasiado importantes y el consumismo ha ocupado la parcela que hasta hace poco ocupaba la religión, el espacio que daba sentido a nuestras vidas", señaló el director, siempre muy querido por los fans del género en Sitges.

También reconoció que en su última película se pueden encontrar elementos comunes con otros títulos anteriores y con algunos de sus personajes, pero ha aclarado que "estas coincidencias ya venían en el guión, obra de Pat Rushing, que había visto toda mi filmografía, algo que me emocionó, pero también me preocupó, porque siempre intento hacer filmes diferentes".

En la película, un genio de los ordenadores, interpretado por Christoph Waltz, vive recluido, inmerso en un proyecto que tiene como fin averiguar el significado de la existencia. En un escenario que alterna los vivos colores y la oscuridad más gótica, el protagonista espera una llamada mientras intenta resolver un complejo problema matemático que le tiene que permitir llegar al teorema cero, presionado por un líder (Matt Damon) del que poco o nada se sabe.