El grupo británico The Cure conquistó en la noche del viernes el trono del FIB 2005 con un concierto de 2 horas, donde repasó sus 27 años de trayectoria en el particular universo gótico, de oscura belleza, de su líder Robert Smith, quien defendió en directo algunas de las mejores creaciones de la historia del pop-rock.

A la espera de los que ofrezca Nick Cave el domingo, unas 34.000 personas, según fuentes de la organización, abarrotaron el recinto del Festival Internacional de Benicassim en su primera "jornada grande", que en ediciones anteriores servía para calentar motores ante los programas de sábado y domingo, pero que este año se ha visto desbordada ante una variada oferta de estilos y grupos.

El FIB desplegó anoche todas sus armas, los seis escenarios y todas sus instalaciones ya funcionaban sin descanso gracias a las 3.000 personas que desde ayer trabajan en los 90.000 metros cuadrados de recinto situado junto a la N-340.

La estrella de la noche fue, sin duda, la actuación de The Cure en el Escenario Verde, donde a las seis de la tarde ya había seguidores del grupo liderado por Robert Smith a la espera de entrar para colocarse cerca del escenario y de su ídolo.

Durante las dos horas que duró el concierto, una gran afluencia de público se entregó ante la música que su líder definió, en la rueda de prensa previa a la actuación, como una mezcla de "belleza, ira, frustración y vehemencia, entre otras muchas cosas".