El maestro marionetista Jim Henson no creó a sus Muppets, aquí más conocidos como los Teleñecos, con los niños en mente: el querido Gustavo debutó en 1955, todavía más lagarto que rana, en un programa contracultural ('Sam and Friends') de una cadena de Washington DC, y se paseó por 'late nights' antes de dejarse caer por 'Barrio Sésamo'.

A Henson no le desagradaba la idea de educar, pero prefería la misión de sorprender. Y a ser posible, a un público de variadas edades. A principios de los setenta empezó a diseñar una serie cómica de 'sketches' cuyo segundo piloto, ahí queda eso, se tituló 'The Muppet show: Sex and violence'. Aunque la idea era parodiar el sexo y la violencia televisivos, que no glorificarlos, el proyecto cayó gordo entre las cadenas estadounidenses. Pero la idea de un espectáculo adulto de Los Teleñecos atrajo al magnate de la tele británica Lew Grade, el mismo que en los sesenta había triunfado distribuyendo las series de (super)marionetas de Gerry y Sylvia Anderson.

Delirio de felpa

Con Grade como coproductor fue más sencillo levantar y estrenar en 1976 'The muppet show', aquí estrenada por TVE-1 un año después como 'Los Teleñecos'. La serie era lo nunca visto: una parodia de los shows de variedades protagonizada por marionetas, con Gustavo como el maestro de ceremonias que trataba de controlar el caos desatado por personajes nuevos como Miss Peggy, el Oso Fozzie, Scooter, el Dr. Bunsen Honeydew o la rata Rizzo.

La serie, de hecho, sigue siendo algo único, como descubrirán quienes se acerquen a ella con su incorporación al catálogo de Disney+ este viernes, día 19. Este rescate es todo un acontecimiento, tanto en Estados Unidos, donde no se emite desde hace veinte años, como en España, donde la mitad de episodios no llegaron a verse y ninguna de sus temporadas había sido publicada en DVD.

Parafraseando al Stefon de 'Saturday night live', otro programa en el que Henson exhibió sus creaciones, 'The Muppet show' "lo tiene todo": 'sketches' hilarantes, números musicales, vistazos a la acción entre bambalinas y en otras zonas del teatro donde se desarrolla la caótica acción, falsas noticias absurdas, grandes despliegues de efectos especiales artesanales, un 'Star trek' con cerdos o un 'Con las manos en la masa' con el impagable Chef Sueco.

De Rita Moreno a Roger Moore

Tiene, además, un invitado ilustre por capítulo. Al principio, los productores tiraron sobre todo de contactos personales; muchos de ellos, por otro lado, envidiables, como Rita Moreno o Vincent Price. Pero sobre todo desde que el bailarín Rudolf Nureyev se prestó a aparecer, empezó a haber tortas entre los famosos por pasar un rato con los Muppets.

Así vimos a Elton John cantando 'Don't go breaking my heart' con Miss Peggy. O al gran Peter Sellers explicando a Kermit su vacío interior: "No existo. Solía haber un yo, pero me lo extirparon quirúrgicamente". O a Mark Hamill riéndose de sí mismo y Luke Skywalker junto a otros héroes galácticos. O a Diana Ross bordando una inmensa 'Love hangover' entre pajarracos gigantes de felpa. Y además: Paul Simon, Julie Andrews, Petula Clark, Cloris Leachman, Loretta Lynn, Dizzy Gillespie, Gene Kelly, Shirley Bassey, Debbie Harry, Johnny Cash o, ya en el último episodio, Roger Moore.

Lo que nos ofrece 'The Muppet show' es, en esencia, la comunión histérica entre un Henson en la cima de su juego y algunos, casi todos, los mejores 'entertainers' de los últimos setenta. Historia de la televisión y la cultura pop.