Tras obtener el éxito mundial y premios de relieve gracias a Celebración (1998) -primera película del movimiento Dogma-, Thomas Vinterberg ha pasado más de dos décadas disfrutando de prestigio pero sin añadir títulos indiscutibles a su filmografía ni estatuillas a su palmarés personal. El danés tenía pendiente reivindicarse, y eso precisamente es lo que ha logrado esta noche erigiéndose en el gran triunfador de los Premios de la Academia del Cine Europeo (EFA). Su duodécimo largometraje, Another round, ha sido galardonado en las categorías de Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guion y Mejor Actor para Mads Mikkelsen.

Dicho esto, cabe cuestionarse si Another Round habría obtenido semejante victoria en una competición no adulterada por la pandemia, considerando que ya resulta cuestionable que se haya impuesto sobre las otras dos películas favoritas de la noche, Corpus Christi y Martin Eden. Centrándose en cuatro profesores que deciden poner a prueba una teoría según la que mantener cierta cantidad de alcohol en la sangre les hará vivir y trabajar mejor, Vinterberg se muestra menos interesado en explorar seriamente esa premisa que en abandonarse al moralismo más melodramático.

Josep, ganadora

Como de costumbre cuando Almodóvar no compite, la EFA ha prestado una atención limitada a las películas españolas. El cine de nuestra nacionalidad nominado en las principales categorías solo ha logrado hacerse con un premio o, mejor dicho, con parte de uno: ‘Josep’, biopic sobre el dibujante catalán Josep Bartolí coproducido entre Francia, España y Bélgica, se ha alzado con el premio EFA a la Mejor Película de Animación -el galardón fue anunciado ayer-; ‘Klaus’, codirigida por Sergio Pablos y Carlos Martínez López, competía en la misma categoría y por tanto ha salido derrotada. Tampoco han tenido suerte ni ‘Ventajas de viajar en tren’, por la que el director Aritz Moreno competía en la Mejor Comedia, ni Marta Nieto, nominada como Mejor Actriz gracias a ‘Madre’.

Como casi todo a lo largo de 2020, la 33 edición de los Premios de la EFA ha tenido que adaptarse a la pandemia. La de esta noche ha sido solo la última de las ceremonias virtuales que han tenido lugar a lo largo de esta semana en sustitución de la gala presencial que tenía previsto celebrarse en Reikiavik -pese a ello, los responsables de la Academia se las han arreglado para que el acto de hoy fuera largo, lento y tedioso-; en lugar de eso, la capital islandesa acogerá la ceremonia dentro de dos años, mientras que Berlín hará lo propio en 2021. A menos, claro, que algún virus lo impida.