A las puertas de un fin de semana largo que solemos dedicar a visitar los cementerios, vamos a proponer al viajero que aproveche la oportunidad para viajar por la región conociendo diversas formas de enterramiento. A lo largo de los siglos, las diferentes culturas han venerado a sus muertos de forma muy variadas, despidiéndose de sus seres queridos con rituales que son un reflejo del sentimiento de las personas.

En las comunidades primitivas la muerte tiene una respuesta que implica la creencia en el espíritu de los muertos como una prolongación de la vida. En los enterramientos aparecen los difuntos ataviados con su ajuar y elementos significativos para ellos, además de las grandes moles de piedra cuyo significado no son plenamente conocidos, como los menhires, dólmenes, etc.

Con el misterio y la curiosidad nos vamos hacia el sur. En el yacimiento de La Mata, en Campanario, existe un conjunto arqueológico que se descubrió en 1930: un túmulo conocido como Montón de Tierra Grande y otros túmulos de menos dimensiones como Montón de Tierra Chico.Las investigaciones continuaron en los 90 continuaron con el profesor Alonso Rodríguez.

El yacimiento es del período Orientalizante, aunque existen estructuras fechadas en épocas posteriores a éste. Entre otras cosas, se conservan restos de una necrópolis de incineración. Destaca una tumba escalonada, definida mediante sillares en el interior, erigida sobre la roca natural y rodeada de un elaborado túmulo de tierra y piedras. El interior está constituido por dos espacios que se van reduciendo, lo que le confiere el aspecto escalonado; el suelo es de placas de pizarra. Toda ella está rodeada de un túmulo de piedra y tierra.

Existe un centro de interpretación anexo al área arqueológica. El horario de visitas es de martes y jueves de 10.00 a 13.00, los viernes, de 15.30 a 18.30, y los sábados y domingos, de 10.00 a 13.00. Los lunes y miércoles permanece cerrado. El teléfono de contacto es 924 851575.

Montehermoso

Nos vamos hacia el norte. En la dehesa boyal de Montehermoso existe un conjunto megalítico compuesto de 17 estructuras documentadas, pero vamos a destacar tres dólmenes: el de la Gran Encina, el de Tremedal y el Gran Dolmen.

El itinerario es libre y está muy bien señalizado. Tendremos que seguir el camino principal hasta la casa del guarda y allí tomar un camino hacia la derecha donde contemplaremos el dolmen de la Gran Encina.

Es un sepulcro de corredor con túmulo y anillo perimetral, está excavado y restituido por lo que se puede contemplar la composición original del enterramiento.

Consta de un corredor de cuatro lajas hincadas en cada lateral y una zona de enterramiento circular de diecisiete ortostatos que forman el espacio funerario propiamente dicho. En sus inmediaciones se aprecian varias piedras verticales, tratándose de los restos del anillo perimetral; estaría cubierto por lajas horizontales y por un túmulo de tierra y piedras de menor tamaño.

El dolmen del Tremedal se encuentra siguiendo el camino, está a la izquierda. Se trata de un sepulcro de corredor con túmulo y doble anillo concéntrico. La sepultura está muy expoliada por los canteros de épocas posteriores. En la restauración se han añadido elementos nuevos para poder recrear su estructura original. La peculiaridad de este dolmen es la doble hilera de anillos concéntricos que permitían una mejor absorción de los empujes laterales de la estructura y que darían más importancia a la zona destinada al sepulcro.

Al Gran Dolmen se llega desde donde estamos hacia la derecha, cruzando un pequeño arrollo. Es una sepultura tumular de corredor con doble hilada de anillos concéntricos, bastante semejante al anterior pero con un corredor más pronunciado. Los ortostatos son en su mayoría lajas de pizarra, probablemente sacadas de las canteras de las proximidades.Pasa a la página siguiente