Silva Shahakian quedó cuarta en el certamen de Miss Irak, celebrado la semana pasada en Bagdad. Por lo general, acabar un concurso de belleza en cuarto lugar implica ser primera perdedora. Es decir, sin banda, títulos de dama de honor ni otros galardones. Sin embargo, Shahakian se hizo ayer con el título tras la renuncia de las tres primeras clasificadas. La ganadora del certamen abdicó tras sufrir amenazas de sectores integristas.

Después de que la primera clasificada denunciase que no podía aceptar una corona que la obligaba a vivir con miedo, las dos damas de honor rechazaron el ofrecimiento de sucederla en el trono. Así que al final Shahakian, de religión cristiana, le echó arrojo el asunto y aceptó el reto.