El Vertigo tour reafirma la logística activada con All that you can´t leave behind (2001): una demostración de poder, amparada en el regreso a los orígenes, que quiere ocultar que el grupo vive días creativamente tibios desde hace una década larga. Logra desviar la atención: Springsteen aparte, muy pocos disponen de un sonido tan adaptable a los estadios.

Los irlandeses dominan las grandes distancias, y si el Palau Sant Jordi, hace cuatro años, fue una olla a presión, en el Camp Nou la energía se despidió hacia las gradas y el cielo; sin límites físicos. Sólo que, en el arte, en la música, noquear no lo es todo.

Vamos a por la música. How to dismantle an atomic bomb es un refrito comestible de los hallazgos de 26 años de carrera. Ellos lo saben: por eso ubican la tanda de piezas nuevas a medio concierto, en el momento del despliegue del muro de vídeo. Vertigo , que abrió y cerró el show, es una patada en el estómago, aunque detrás sólo hay un viejo riff de los Stooges; un fondo humilde para tratarse de la nueva canción bandera del grupo que, hace tiempo, quiso cambiar el rostro del rock.

Si, encima, se permiten el extravagante lujo de dejar fuera del repertorio la mejor canción del nuevo disco, Original of the species , nos queda una cosecha reciente borrosa, apenas salvada por City of blinding lights (que mira de reojo a la era de The unforgettable fire ) y enquistada en cortes rutinarios como Love and peace or else . Entre un rock de garaje lavado y planchado, y la búsqueda de la épica.

En el concepto escénico, U2 pisa sobre seguro, pero con más pasos de dinosaurio que gestos frescos. De acuerdo, no se puede ir al Camp Nou con una simple lista de canciones; hay que dar un show e ideas simples pero poderosas que agiten las gradas.

Buscando el clímax a través de la trascendencia (lectura de los derechos humanos, citas a Africa y a la hermandad religiosa), Bono y U2 perdieron intensidad; la que, en cambio, rebosó en New Year´s day, Pride (In the name of love), Where the streets have no name y One . Los puntos álgidos del grupo en 1992... y en el 2005. Seguimos donde estábamos, y eso, para el grupo que firmó War, The Joshua tree y Achtung baby , no puede ser el mejor escenario.

Aunque las cifras de público puedan hacerles perder el mundo de vista.