En la película Con faldas y a lo loco, Marilyn Monroe cantaba, bailaba, seducía y tocaba el ukelele mientras Jack Lemmon se travestía y lidiaba con el simpático y viejo marinero. Tony Curtis --el último en morir de los tres--, travestido también o simulando ser un miope hombre de negocios, bordó el personaje más popular de sus comedias. Se entendió bien con Lemmon y mejor con la cautivadora y enigmática Marilyn.