Este fin de semana llegan a las librerías Terrorista (Tusquets), la última obra del novelista estadounidense John Updike, la número 22, y posiblemente la que más ruido ha provocado entre la comunidad literaria por su exploración de la mente de un fundamentalista islámico criado en los Estados Unidos y devenido asesino en masa.

Aparecida el pasado año, le ha valido al padre de Conejo Hasting --memorable protagonista de su más celebrado ciclo de novelas-- la repulsa más encendida de gran parte de la crítica y los lectores norteamericanos. Lo que le han reprochado es ese intento de comprensión --y de identificación-- de qué es lo que lleva a un adolescente musulmán a la inmolación. Así que los foros literarios de internet se pusieron en ebullición --"traidor" fue lo más encantador que le dijeron-- mientras las cifras de los libros vendidos se disparaban. ¿La causa? Ideologías aparte, la obra deja a un lado las habituales reflexiones del autor, y juega a ser un eficaz thriller gracias a un ritmo endiablado. La obra trata de responder a la pregunta ¿cómo se construye un terrorista?, y lo hace siguiendo el modelo de formación, intentando comprender los motivos del asesino.