--Además de actor y músico ha ejercido de animador en barcos, pintor de brocha gorda y albañil.

--La vida de los artistas es así. Es una carrera de fondo. Yo sé lo que es pasar meses completamente vacíos, pero también sé lo que es protagonizar una serie con Juan Antonio Bardem (El joven Picasso ) o participar en películas como Morirás en Chafarinas o El camino de los ingleses , de Antonio Banderas.

--Parece usted un currante nato.

--No soy calvinista. No creo en la purificación del trabajo. Yo soy un hedonista, me gusta la reflexión y el arte. Pero si hay que buscarse la vida, vendo hasta libros si hace falta.

--Su primer grupo musical, Sur S. A., murió. ¿Por qué?

--Fuimos pioneros en hacer funky con raíces flamencas. Publicamos un par de discos con Javier Laguna de letrista, pero llegó un punto de renovación o muerte. Acabé completamente desencantado con la industria de la música.

--Y vuelve a estar ilusionado.

--Sí porque Javier Ibáñez, de Warner Chappell, me vio en un concierto y pensó en un proyecto. Me gasté mis ahorros en grabar el nuevo disco y cuando me quedé sin dinero, él me ayudó a que lo terminara.

-- Los mares de China suena a muchas cosas.

--Mi abuela me ponía a Miguel de Molina y Carlos Gardel. Mi madre, a los Beatles y Frank Sinatra. Mi disco mezcla pop y jazz. Hay gente que me dicen que suena a canciones de toda la vida. Y yo contesto: "Sí, pero hasta ahora no se habían hecho".

--¿Ayuda ser un actor para interpretar canciones en directo?

--Hay mucho mito con eso. Se trata de aspectos diferentes de tu profesionalidad. Chavela Vargas no es actriz y destroza corazones cantando.